Columbus, Ohio / Feb. 10
La Selección Nacional está completa. Guillermo Franco y Carlos Salcido llegaron a Columbus a un día del encuentro ante Estados Unidos. Cansados por el viaje, se pusieron a las órdenes del técnico Sven-Göran Eriksson, quien por lo menos contempla como titular al zaguero del PSV Eindhoven.
“Esperaba tener una nueva oportunidad de regresar a la selección y qué mejor que regrese en este juego”, comentó Franco, quien no había sido convocado por el estratega sueco desde agosto, lo que desató una serie de especulaciones que alimentaron la versión de que había una mala relación del delantero con el entrenador y hasta con Rafael Márquez, capitán del equipo.
Al respecto, el del Villarreal señaló que si bien no son amigos, llevan la fiesta en paz: “Nunca he tenido problemas; desde el primer momento todo el mundo me trato bien y los más importantes también. Con Rafa no somos amigos, pero tenemos una buena relación. Cuando nos vemos hablamos mucho. La relación es buena”.
Márquez, por su parte, mantiene el silencio de cara al duelo ante los estadounidenses. Ni del tema del Guille, ni de ningún otro.
Franco explicó que el golpe que recibió en las costillas no fue tan grave como se manejó en los medios españoles y añadió que está en condiciones para jugar los 90 minutos del encuentro si así lo decide Eriksson.
Respecto a su situación con el Villarreal, en donde no ha tenido mucha participación durante la última temporada, indicó que ha hablado con la directiva del Submarino Amarillo, equipo con el que termina contrato en junio y con el que ve difícil continuar. La posibilidad de regresar a México la ha calificado como uno más de los rumores que han surgido en torno a su figura. “Regresar al futbol mexicano es una opción. No tengo ningún problema”.
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