Podemos hablar de populismo, de demagogia, de democracia, de política, de políticos, de ciudadanos, de lo que conviene y no al pueblo, de los sabios y los sofistas, de la retórica y la dialéctica, de lo que usted guste y mande estimado lector, pero para usted y para un servidor, todo eso es bazofia, es basca de perro, es fiaca y flojera, no tiene interés alguno, ni relevancia.
Y tenemos la razón por no interesarnos en la política, esa actividad a la que alguien le llamó “el arte de tragar sapos sin hacer gestos”, pero que esa definición, más bien aplica para los que andan metidos en ese negocio de la “polaca” y tienen que ser hipócritas, falsos, mentirosos, ladinos y sinvergüenzas.
Pues para el ciudadano decente, más bien, política o político se definiría (palabras más o palabras menos) como: “las ganas de algunos vivales, de fregarnos a todos y robarnos hasta el último centavo público”.
Sin embargo, esta vez, tal y como todas las ocasiones anteriores, tenemos que votar por alguien, porque dicen que un pueblo desinteresado de la política y de los problemas de su entorno, está destinado a su propia destrucción.
Dijo el Libertador de América, Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante, es instrumento ciego de su propia destrucción”.
VAMOS PREPARÁNDONOS
Se viene lo peor de ese trago amargo, hablamos de las campañas proselitistas, ayer fueron los registros de los candidatos a “goberladrón” y terminan el domingo, para que luego, del 3 de abril y hasta el 1 de junio, se realicen tales giras y peroratas buscando ganar el voto suyo y el nuestro, por parte de estos señores que quieren mandar, o más bien, anhelan mandarse con la cuchara grande en Tamaulipas, por los siguientes seis años.
(¡Ojo! Aquí no incluimos las disputas para alcalde y para diputados locales, pues ya con aquellos que mandarán en el Estado, tenemos bastante, por ahora).
Escuchemos bien a los candidatos a ocupar el gobierno estatal, no prejuzguemos que ninguno sirve y todos son ladrones -ponle tú que sí, pero eso es aparte-, mejor pongamos atención en sus mensajes, para que elijamos bien, al que consideremos más serio, el mayormente creíble, a quien se escuche como un interesado en facilitar o invitar a la verdadera participación ciudadana.
Cuando hablamos de participación ciudadana, nos referimos al pueblo en general y no a los grupos al interior de su partido, a sus sectores y organizaciones o como les llamen ellos a su estructura.
Que aunque también son pueblo, no significa que estarán aglutinados todos los intereses de la ciudadanía en general, ni de que se vaya a hacer algo por darle cabida a todos los sectores.
TENEMOS QUE PARTICIPAR
De que tenemos que participar, no hay otra mejor opción, tenemos que votar por uno, no es nada inteligente no hacerlo, el abstenernos de votar no conduce a nada bueno.
Hay varios candidatos para gobernador, no echemos a perder nuestro voto, anulándolo eso no ayuda a Tamaulipas ni a su ciudadanía.
En una votación copiosa, sin duda y aunque suene tonto, va a ganar el que obtenga más votos verdaderos, no los fabricados, ni las componendas a las que siempre nos hemos referido todos los mexicanos.
Vamos a sufragar por el que creamos que no sólo le va a hacer más caso al pueblo, sino que en grupos de participación ciudadana, nos va a invitar a ser parte del gobierno, proponiendo e incluso llevando a cabo o ejecutando tales ideas, desde institutos descentralizados, por citar un ejemplo de introducir al pueblo a las decisiones de gobierno, a la administración pública.
Sí, es cierto, es muy difícil creerles, por ejemplo Tamaulipas tiene más de 270 años de escuchar lo mismo, Nuevo Laredo 167 años, pero ¿saben qué estimados lectores? Que no votar es más dañino para todos, para Tamaulipas, para usted y para cada uno de los suyos, hasta para un servidor.
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