‘Ora que todos se mueren por ser publicar todo en las redes, deberíamos de considerar varias little things o cosillas.
¿Cómo era nuestra life dendenantes de vivir anclados al Facebook, Instagram o WhatsApp?
Cuando era güerquillo nos quedábamos de ver en los movies a las 7 de la night y toda la raza llegaba on time cuando te quedabas de ver ahí en el centro.
No había teléfonos móviles, muncho menos Smartphones, si acaso de tarjeta o de monedas de peso, que te permitían avisarle a tu amá ‘onde andabas o si ibas a llegar tarde at your home.
Today es tanta tanta la ansia que se siente que noooo… how is possible que no me contesten mis posts, que naiden responda mis mensajitos. Qué les pasa, dicen los chamacos.
Lo primero que usamos fueron los beepers, que te permitían dejar un mensajillo que venía de tu casa: “me traes cilantro, tomate huaje, limones, pollo para las milanesas y unos Gansitos”.
Luego lueguito cuando llegaron los celulares, los primeros eran más grandes que un litro de leche Lala. Eran muy incómodos, apenas si podías ponerlos al lado de tu cinturón, parecías un detective de esos tipo Starsky y Hutch, con mucho power.
Después llegaron los celulares chiquitillos, que tomaban fotos bien chafas, luego fueron evolucionando con una tapaderita encima. Luego aparecieron los Blackberrys que sorprendieron con sus menúes donde parecía que tenías una pequeña laptop en tus hands.
Ahora que la Rosa María cambió su phone, pos entró a su face pa’ anunciar sus productos ecológicos y en eso que se toma una selfie de perfil quesque muy guapa. Y miren que se convierte casi en trending topic con más de 170 likes.
Pero mira que si alguien que no le pone like, pos por algo será. Nunca de las nuncas he discriminado a las mujeres, pero porqué será que se fijan en quién pone “me gusta” y quién no.
No soy un heavy poster, un bato que esté sube y sube cosas en redes pa’ ser popular, o que esté ansioso por publicar my last colugma, porque esto lo hago por puritito amor al arte. Pero en el caso de las “del sexo débil”, pareciera que esto es very very important. O sea. “Mira cómo está paró las trompas, pos qué le pasa”.
Les diré que tengo un friend que vive lejos allá en Monterrey que lo caché one day subiendo una photograph de cuando era más chavito.
Pos claro, como endicen en el amor y en la guerra todo se vale. Y de la raza divorciada, ese es otro tema, porque hay miles de lonely hearts en este mundo, de verdad de muncho corazón que no tienen la culpa de haber perdido una relationship, pero eso esa otra historia.
Tengo un primo de un primo que usa tres perfiles de Face al mismo tiempo con tal verse más guapillo, quitarse unos añitos y tener más chance de conquistar a su morrilla.
¿Cuánto tiempo le dedicas tú al Face?
No sería más mejor que te informaras de un medio informativo serio, porque en los que ves sólo se publican las fake news, de esas que crees que son ciertas y luego te das cuenta que algún tipo inteligente está detrás con el fin de desviar la atención de la people. Al pueblo pan y circo.
No tardan en aparecer en redes los memes en contra del presidente, que durante varios años le estuvieron tupiendo gacho antes a Peña Nieto. Merecido o no, el punto es saber si estás de acuerdo en creer todo lo que se dice.
Si ya subiste algo al Face no quieras volverte muy popular, no eres un youtuber que tiene millones de likes sólo porque dijiste “wwuuu”, o porque te caíste de un tronco en un río y dices “ya guueeyyy…. pin… tonto”… como el tal Edgar que ahora da conferencias y es un gran influencer. Órales.
Si quieres ser tendencia, pos mejor ponte a jalar y hacer algo de provecho. Porque nadien hace nada. Eso sí que es trending topic aquí en la border.