Deprime y duele la forma en que se está convulsionando Reynosa a consecuencia de la violencia que a su vez es causada por la ambición.
Amigos foráneos preguntan: -¿Cómo está la ciudad?,
La respuesta es lacónica: “No es ni su sombra”.
Y se percibe tristeza en quienes ya no radican en esta municipalidad, aunque ya no tengan más vínculo que los recuerdos.
Pero bueno, por aquí ya sabemos que esto tiende a apaciguarse aunque, mientras unos se echan a los otros, hay que redoblar precauciones, el despojo violento de vehículos reapareció y con plena impunidad, que eso sería daño menor comparado con cruzar por donde vaya silbando una bala perdida.
Para colmo, el alcalde de Nuevo Laredo cuando asistía a un evento se registró una balacera lo que obligó a los asistentes tirarse al suelo, y tan pronto disminuyó la intensidad de los disparos el jefe edilicio y sus acompañantes corrieron rumbo a sus camionetas blindadas sin importarles el destino de la asistencia. Fue patético ver cómo el jefe edilicio huyó del peligro, mientras que los demás inermes en el suelo.
Los anteriores hechos se difundieron por las redes sociales y dejaron de manifiesto la total falta de compromiso del alcalde Enrique Rivas con sus gobernados, actitud que no es aislada, la creencia general ya es de que todos son así, y en medio de todo ello, los partidos políticos se aprestan a preparar a quienes serán sus candidatos, tanto a senadores, como a diputados federales y alcaldes, que dentro de esa preparación obligado será que les digan a lo que le van tirando.
O sea, el mundo sigue rodando y por lo mismo hay que darle al diario vivir. Y Mañana les platico sobre el proyecto de hacer que Rigoberto Garza Faz sea el candidato del PRI a la presidencia municipal que, de consumarse, sería el candidato de polendas que requiere dicho partido para participar con posibilidades de victoria.
Buen día a todos y hay que cuidarse.