Los artistas son algo raro en el mundo, son pocos y el número se reduce aún más cuando contamos con algunos amateurs que se quedan en el camino sin llegar a serlo.
Aquí abordamos una de las razones por las que quizá no se culminan sus carreras, que es la de no poder sostenerse económicamente apoyados por su talento y a la vez, ser libres.
Ser artista es más que sólo tener talento. A veces es cuestión de perseverancia, de supervivencia y de aguantar en otro oficio mientras su trabajo artístico rinde frutos y, así pueda solventarse por completo de su arte. También es cuestión de estrategia.
Aunque otros que ya están consagrados dirán que es complicado trabajar de manera independiente bajos sus propias ideas y no con las de sus patrocinadores.
Cuando comienzan su carrera algunos artistas antes de ganar terreno como maestros en escuelas de arte o como catedráticos en universidades, tienen que laborar en oficios que les permita subsistir en el sistema capitalista en el que estamos instalados y que es difícil canjear un puño de talento por un trozo de pan.
El talentoso músico tamaulipeco, Mariolee, egresado como licenciado en publicidad en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, actualmente da clases de guitarra en el Injuve y también ha trabajado como barman en eventos dentro de la Arena Monterrey.
Mariolee aseguró que afortunadamente, de hace un año hasta hoy su situación ha mejorado económicamente, después de muchos esfuerzos años atrás y hoy gana más de las clases que de barman.
Mario Alberto Ramírez García, conocido en el mundo de la música como Mariolee, cuenta hasta la fecha con cuatro discos independientes de estudio explicó: “Sí es difícil cobrar por hacer música. En el 2016 gané más por las clases que por las tocadas.
Vendía algunos discos en mis presentaciones, pero no era suficiente. Había que hacer otra cosa”.
En la historia de la pintura, por ejemplo, en la antigüedad los pintores eran adoptados por la Iglesia Católica para realizar murales dentro de las iglesias o por la monarquía para que pintaran cuadros de la familia real sin permitirles libertad creativa o la tenían, pero limitada.
Existen becas para quienes logran demostrar que su técnica y talento vale la pena ser mantenido durante años, aunque algunos intelectuales como Avelina Lesper, han manifestado que el gobierno compra el silencio de los artistas mediante becas.
El cineasta, también egresado de la FCC y del CUEC, Carlos Lenin declaró que recibir becas o estímulos de parte de las autoridades es un asunto que a muchos artistas les ha pasado de alguna manera.
“El sistema económico imperante nos condiciona y nos subyuga, obligando al aspirante a artista a que solicite becas o benefactores”, confesó Carlos Lenin Treviño quien a su joven edad se ha consagrado en la industria cinematográfica en México y a nivel internacional.
Lesper coincide en lo siguiente con Treviño: “Ese servilismo crea arte hueco, diseñado o pensado para satisfacer las demandas de sus patrones o benefactores, sean de la industria privada o del Estado”, explicó el oriundo de Linares, Nuevo León.
Carlos Lenin Treviño explicó que los artistas sufren al no ser totalmente libres, tanto si se vuelven comerciales como si cuentan con un patrocinador ya que: “Hay un condicionante económico que después se vuelve un condicionante ético”.