A 28 Millones de pesos asciende la deuda del gobierno del Estado con la Comisión Federal de Electricidad, CFE, por eso, este miércoles 27, amaneció a oscuras el edificio de la Secretaría de Salud.
Y la respuesta de García Cabeza de Vaca, GCV, a los reporteros:
“La vamos a pagar cuando la federación mande el dinero…”
Claro el mensaje, en momentos de oscuridad política.
El hecho se lee directo, la sangre está llegando al río.
Si es así, pues qué malo.
Rememorando, no existe, al menos que se sepa, un antecedente similar, que la CFE haya decidido cortar el servicio a un área tan importante en el gobierno estatal.
Siempre si había adeudos, llegaban a acuerdos, pero interrumpir el flujo de luz, nada.
La respuesta de GCV nos remitiría al momento histórico que vive Tamaulipas en que los ánimos se están exacerbando entre los morenistas, que tienen como principal objetivo arrebatarle el control del Congreso estatal.
Y como la CFE depende del gobierno federal que dirige Morena, las cosas toman otro cariz.
Que la disputa política llegue a niveles insospechados, como ese corte de energía eléctrica que deja mal parado al gobierno estatal que busca endosarle la responsabilidad a la federación.
Eso abona a las acciones de una administración que a más de dos años de distancia sigue sin mostrar un rumbo cierto para resolver los problemas añejos que afectan a la población.
El corte de luz, las visitas del enviado de Ricardo Monreal a Tamaulipas, las redes sociales reclamando cumplimiento de las promesas de campaña, la reducción de los recursos económicos al estado para que los maneje directamente la federación a través de sus representados en las delegacionesy la contestación de GCV al corte eléctrico; dan idea de un fenómeno que crece rápidamente y cuyas consecuencias serán desastrosas para la población que se queda en medio de la disputa política.
A los tamaulipecos les ha resultado más caro el remedio que la enfermedad. El viraje político no se ha visto reflejado en el mejoramiento de la calidad de vida, hay asignaturas pendientes como recuperar la paz.
Agregándole la parálisis laboral y económica.
Y que llegue Morena a dirigir el congreso tampoco asegura que la situación mejorará. El pase de estafeta federal del PRI al PAN, de éste al PRI, y del tricolor a Morena no despeja incógnitas de que Tamaulipas al fin recibirá el apoyo para salir de la crisis social y económica.
Ahora, ¿qué sigue tras el apagón?
La gente que no tiene vela en el entierro queda de observadora del juego político en donde siempre le toca bailar con la más fea.
En Tamaulipas, en este momento pre electoral, no sólo la Secretaría de Salud está a oscuras.
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