Es del dominio público que Reynosa siempre ha sido una ciudad con presupuesto insuficiente lo que ningún alcalde ha podido remediar, aunque si bien el gasto público ha crecido notoriamente también los problemas urbanos y en mayor medida, lo que a la postre ha venido causando rezagos de imposible solución ni en seis años.
Por lo anterior, resulta impostergable recurrir a la planeación del desarrollo de obras que contemplen el crecimiento de la ciudad a 15 años, una medida que por práctica debiera aplicarse sin reparos aunque para ello sería necesario crear la figura del gerente de la ciudad, que tomando en consideración que si no hubo objeciones para aprobar la reelección de los alcaldes no veo por qué no la figura del gerente.
Reynosa es un caso de la urgencia de una actividad gerencial, que atendería solamente el bien de la ciudad y no los proyectos de la autoridad municipal en turno, como también debe derogarse de la Ley Electoral la disposición que prohibe a los alcaldes participar en labores de proselitismo político, actividad que es fama pública realizan en forma subrepticia y luego da motivos para la impugnación de elecciones, pero a la fecha no he sabido de algún presidente municipal que haya sido enjuiciado por andar participando en actividades electorales.
En síntesis, requerimos de normas ajustadas a la realidad afín de que por lo convenientes sean de observancia cotidiana sin necesidad de la coerción, y por ende, se constituyan en el llamado derecho positivo. Los candidatos a diputados locales debieran darse una sumergida en este tema.
Que la pasen bien todos.