¿Quién le calienta la cabeza a Felipe Calderón Hinojosa para usar la justicia contra sus adversarios políticos como –parece ser– está sucediendo con el caso Tamaulipas?
¿Por qué la Procuraduría General de la República filtró a algunos medios los detalles y los nombres de una averiguación previa que confirmó 13 horas después?
¿Qué pasará meses adelante rumbo a las elecciones del primero de julio, si antes de que terminara enero se percibe que la lucha será sin cuartel, con un PAN dispuesto a todo para retener la presidencia?
¿Por qué el PRI nacional, el mismo lunes 30 enero por la noche, no fijó una postura oficial en defensa de los tres ex gobernadores, cuando en otros casos es lo primero que hace?
Esas y más dudas deja la noticia confirmada por la PGR sobre una averiguación abierta que involucra a Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, así como más de 40 personas entre familiares, ex funcionarios y funcionarios actuales, además de empresarios.
Es evidente que el gobierno federal y el PAN le apuestan a los saldos que deje el refrán “Palo dado ni Dios lo quita” con miras a las elecciones presidenciales en perjuicio del PRI, sobre todo porque el candidato tricolor, Enrique Peña Nieto, sigue muy por encima en las encuestas.
Qué casualidad que la alerta solicitada por la PGR a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (CT), de impedir que abandonen el país vía área los tres ex mandatarios tamaulipecos, incluyendo a Cavazos Lerma, quien fue uno de los artífices de la derrota de la hermana de Calderón en Michoacán.
Pero sobre todo porque Cavazos Lerma acaba de ser designado precandidato al Senado y, peor todavía, que el anciano –quien no es una blanca paloma– dejó su cargo de ejecutivo estatal hace 14 años.
De nuevo se pronostica el efecto “boomerang”, cuando otras acciones tomadas por el gobierno federal de Calderón Hinojosa contra sus enemigos políticos, se van a revertir en contra del PAN como el caso de Michoacán.
Hay que recordar el famoso “michoacanazo” de 2007, a meses de que Calderón tomara posesión, cuando fueron detenidos decenas de funcionarios acusados de estar ligados al crimen organizado, y que meses después salieron sin habérseles comprobado esos delitos.
O el aparatoso operativo contra Jorge Hank Rhon, en Baja California, que terminó de la misma manera, quedando al descubierto la utilización de la justicia para exterminar a los opositores del PAN.
Cuánta basura… y la que falta, de aquí al primer domingo de julio.
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