En esta Navidad de 2015 el grito de ¡queremos justicia! que se escucha en las Juntas de Conciliación y Arbitraje del país parece tener eco con la promesa de modernizar las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Aunque la demanda por mejor justicia para los trabajadores despedidos sigue siendo un clamor entre miles de trabajadores, parece que ahora puede haber, al menos en la ley, cambios importantes que beneficiarán a los obreros.
La justicia laboral es y sigue siendo uno de los principales reclamos a los que se enfrentan quienes son despedidos por sus patrones sin que haya una respuesta a sus demandas en las oficinas de gobierno.
Urgen reformas, un grito desesperado que parece haber sido escuchado hasta por el propio presidente Enrique Peña Nieto, quien anunció que será en febrero del 2016 cuando sean enviadas las iniciativas de ley.
Estas iniciativas de ley tendrían como finalidad acabar con el tortuguismo al que someten a los despedidos en las Juntas de Conciliación.
Una demanda laboral, por lo general, demora meses o hasta años, sin que en la Junta de Conciliación se acuerden que esos trabajadores tienen hambre, y lo digo literal, en verdad están hambrientos.
Mientras ellos no trabajan, ¿quién lleva para comer a los hogares de estos despedidos?
¡¡¡Nadie!!! Es una calamidad.
En verdad las reformas que pudieran modernizar las Juntas de Conciliación deben poner en práctica muchos de los aspectos sociales a los que aspira nuestra Constitución desde que fue creada en el 17 del siglo pasado.
El anuncio de las futuras reformas se hizo en la convención de la 19 Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo de la Organización de Estados Americanos.
Este acontecimiento no pudo celebrarse en mejor momento para un país donde los trabajadores reciben el maltrato social de todas las reformas.
Digo maltrato social porque los aumentos salariales a la clase trabajadora siempre son paupérrimos, que ya ni para comprar el kilo de frijoles alcanza.
En esta ocasión parece que los sindicatos del país se unieron para alcanzar estos acuerdos y llevarlos a la Cámara de Diputados donde comenzarán a discutirse las reformas que tanto urgen en el campo laboral.
Los salarios son el gran tema de debate, son tiempos en que los ingresos de los trabajadores deben realmente comenzar a crecer.
Décadas tras décadas lo último que ha aumentado son los salarios mínimos y realmente son mínimos porque en ocasiones ni la inflación respetaba los ingresos de la clase laboral.
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