Formalmente el proceso electoral del año 2021 inicia en el mes patrio, pero del próximo año, o sea, le cuelga; sin embargo, los prospectos políticos tienen otros tiempos y para ellos inicia una vez que rindan sus respectivos informes el gobernador y los 43 presidentes municipales, eventos que se llevarán a cabo en el presente mes de septiembre.
Para ellos una vez cumplida la cada vez más aburrida obligación constitucional de informar -que es un decir, pues exponen lo que quieren y omiten lo que disponen-, entonces podrán dar por iniciada la temporada política.
Concluidas las soporíferas ceremonias, los que aspiran a un cargo de elección popular comenzarán a construir sus candidaturas; los panistas con la venia del Comandante Azul, mientras que los morenistas, por carecer de un jefe político en el Estado, empezarán su proyecto a valor marino, buscando qué estrella los guía porque en las elecciones del pasado 2 de junio naufragaron atraídos por el canto de la sirena mayor, que no fue otra que Yeidckol Polevnsky.
En igual posición se encuentran los priistas, quienes no
saben quién será su guía en Tamaulipas, suponen que será Enrique Cárdenas del Avellano, Edgar Melhem Salinas o el diputado local Tino Sáenz Cobos, pero se sabe que los dos primeros como que le andan sacando la vuelta, presienten que en esa aventura lo más probable es que terminen embuchacados por un desastroso resultado electoral que los dejaría fuera del hándicap del 2022, en la que el trofeo será la gubernatura de Tamaulipas.
El problema es que saben que entonces tendrían que postularse como candidatos en el 2021, ya sea para una diputación federal o una local. A quienes les guste la adrenalina podrían ir por una presidencia municipal -como es el caso de Cárdenas del Avellano en Ciudad Victoria y Melhem Salinas en Río Bravo-, mismas que se ven como misiones imposibles y extremas.
Recuperar esas ciudades para el priismo les daría el pase para que uno de los dos fuera el candidato tricolor a gobernador, que con todo y que ese partido ya no es ni la sombra de lo que era antes, aún así no dejaría de ser una distinción ser el abanderado, con eso de que ya se habla mucho del PRIAN, las negociaciones darían sorpresas.
¿Y QUIÉNES SON LOS PROSPECTOS EN REYNOSA?
Me voy a referir únicamente para la presidencia municipal. Por los azules Gerardo Peña Flores y Víctor Sáenz Martínez, ambos del círculo más cerrado del Comandante Azul. El primero solo que la mar se secare no será presidente de la Junta de Coordinación Política de la próxima legislatura estatal y, el segundo, es el jefe de la Oficina del Ejecutivo Estatal, o sea, que ni tienen padrino los batos.
El problema es que ambos se han retirado de Reynosa por cuestiones de chamba, pero la máquina azul ya sabe que con repartir billetes y recordar agradecimientos por los beneficios sociales no hay obstáculo que resista sus embates.
Nomás que si los planes para Gerardo Peña Flores son para el 2022, entonces comenzarán a calentar el brazo Raúl López López, el jefe de la Oficina Fiscal del Estado, un auténtico servidor público; también está el diputado local electo Javier Garza de Coss.
Así, de la terna Víctor, Raúl y Javier, saldría el candidato para la alcaldía reynosense que resultará crucial conservar para las elecciones del 2022, ahora que si no se alarga el período de 6 a 8 años, con el argumento de emparejar en el 2024 las elecciones de gobernador con las de presidente de México, el candidato saldrá de entre Gerardo Peña Flores y el senador Ismael García Cabeza de Vaca, reservando a Mariana Gómez Leal para repetir en Tamaulipas el Plan Puebla en el 2024.
¿Y CARLOS PEÑA ORTIZ?
Por hoy anda de voluntario social del DIF municipal y como ya lo conocen por las colonias, cada vez que se aparece por esos rumbos el viejerío se alborota y lo anima, pero él bien sabe que los únicos tiempos que son perfectos son los de Dios, aunque en política los pasos tienen que ser muy bien medidos, de ahí que no se desfigura. Es inocultable que lo están promoviendo desde el DIF municipal por medio de videos y participaciones en eventos por las colonias, algo que obviamente inquieta a los azules asentados en Ciudad Victoria.
Y en el supuesto de que si en la capital tamaulipeca no lo visualizan como candidato a presidente municipal, sería de utilidad en una candidatura a diputado federal o local, lo que orillaría a la doctora Maki Ortiz a entrar con todo en las elecciones del 2021.
Sin embargo, me late que el trueque por una candidatura para Carlos Peña Ortiz sería por algo más que apoyar las campañas de los candidatos azules; tras consultar el oráculo vi signos y señales que revelan un pago extra: que la alcaldesa se margine de la carrera en pos de la candidatura a gobernador.
Ahora bien, no sería sensato poner contra la pared a Maki Ortiz porque es la principal figura política en Reynosa y muchas cosas pueden pasar, por ello causó revuelo una fotografía que circuló por las redes sociales en la que aparece junto al senador Américo Villarreal Anaya, tomada al término del informe de actividades del legislador morenista allá en el puerto de Tampico.
Hay quienes ven en esta foto un indicio de que si atosigan a Maki, podría recurrir al apoyo de los guindos, que dicho sea de paso están urgidos del respaldo de alcaldes.
Falta ver si los morenistas cambian de actitud, pues aunque están atravesando por un tormentoso proceso de elección de su Comité Ejecutivo Nacional, no deben de olvidar que necesitan ir cobijando alcaldes y ex alcaldes quienes serán de valioso apoyo al momento de las elecciones. Volver a pensar que estos personajes son buenos o malos solo por su afiliación partidista, es una torpeza que no pueden volver a cometer.
Si pretenden ganar en los principales municipios y retener las 6 diputaciones federales que ya tienen, van a tener que trabar alianzas, como la que se habla podrían tener el PRI y el PAN.
Para la elección de Reynosa MORENA necesita el apoyo de personajes externos quienes ayuden al proyecto de los únicos dos prospectos de peso: el diputado federal Armando Zertuche Zuani y el legislador local Rigoberto Ramos Ordóñez.
LAS CÓPULAS ENTRE LAS CÚPULAS
Primero se habló del PRIMOR, ya que según Ivonne Ortega detrás de Alejandro Moreno Cárdenas, el nuevo presidente del PRI, estaban Enrique Peña Nieto y hasta el presidente de la República; pero luego no, se dijo que los tricolores se irán con el PAN en aquellos Estados con gobernadores panistas, buscando impedir que López Obrador siga manteniendo el control de la cámara baja.
Pero esos son planes entre los de arriba, la infantería no le entra a ese juego y si no, que le pregunten a Ricardo Anaya y Alejandra Barrales, hoy borrados de la escena política por un arreglo que dejó al PRD al borde de la tumba y al PAN en área de recuperación intermedia.
Por ello se deduce que si las huestes del PRI van a desertar será con rumbo a las “brown hills”, montes morenos, pues.
LOS DEMONIOS ANDAN SUELTOS
La inseguridad no es tema de esta columna, pero cuando la violencia estruja a la ciudadanía y golpea la actividad comercial se convierte en un problema social y por concomitancia asunto obligado a desmenuzarlo en este tipo de espacios.
Se puso tan grueso el asunto allá en Nuevo Laredo, que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca anunció se reuniría con el presidente Andrés Manuel López Obrador para pedir su intervención, porque las fuerzas federales asignadas al territorio tamaulipeco no les tiran esquina a los policías estatales cuando se encuentran con la delincuencia, en situaciones que cada vez son más duras.
Esto me recuerda a Tomás Moro, que en su libro Utopía recomendaba no utilizar el ejército para perseguir ladrones, porque se darían cuenta que ni éstos serían malos combatientes, ni los primeros tímidos ladrones.
Esta propuesta del insigne asesor de Enrique VIII como que le pasó de noche al Comandante Borolas, quien lejos de accionar con inteligencia, golpeó con un bate el avispero, dejando el desastre que aún vivimos.
La cuestión es que en Tamaulipas la delincuencia ya nos trae al borde del nocaut, resultando absurdo que no se coordinen los de la Guardia Nacional con los soldados, marinos, policía federal y policía estatal. Mientras tanto el ciudadano está indefenso.
Y hasta la próxima.