A ver brody, cuando hace un mes nos dejaron sin cheves quesque éste no era “negocio esencial”, nosotros como borregos aceptamos. Y hubo quienes trataron de hacer una caravana anti-AMLO, porque qué es eso de que te dejen sin tu Caguama, a quién se le ocurre.
Entonces “munchos” de nosotros ante la escasez pedimos que nos trajeran cheve gringa, gracias a un pariente que nos hacía ese grandísismo favor del otro lado.
Ya dendenantes nos habían cerrado los gimnasios, restaurantes, cines, mi Sanborns con mi sopita de tortilla, pos qué más quieren ingratos argüenderos.
Luego cuando nos quitaron los camiones y taxis los domingos, pensamos, “bueno, como quiera me la paso en mi casita viendo Netflix y me preparo unos jaiboles”. Se las pasamos.
Después nos la enjaretaron que como en Reynosaville venía la arena del Sahara tenían que parar los taxis y camiones de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.
Y pensé “no manches”, si apenas me da tiempo de ir a Bancomer a hacer cola hacer mi pago y vente pa’ tras a la casa a seguir con el “home office” osea a revisar tareas de los chamacos y hacer mandados de puras cosas esenciales como comprar los blaquillos y los tomatillos para mis chilaquiles.
Es cuando la Rosa María me pide que le compre un kilo de masa de maíz de nixtamal pa’ hacer unos sopes de chicharrón prensado.
Y no los estoy promocionando, pero no tienen abuela, ya saben que ella era la dueña de Los Comales, un restaurante que hizo época ahí al ladito del Hotel Hacienda, frente al puente de Broncos.
Volviendo con la pandemia enseguida nos salen con la novedad que el mafufo semáforo está en rojo y que en Tamaulipas hasta el gober Cabeza de Vaca salió con Covid-19.
No manches, parecía que estábamos tocando fondo.
Luego este fin de semana extienden la prohibición de movilidad en taxis y camiones urbanos. ¿Y los autos de los civiles qué? Ellos bien campantes fueron a comprar su granielote con chilito del que no pica, pero se friegan, porque no lo pudieron comprar en los Sorianas, HEBS, Smarts, Sams o City Club, que los cerraron este fin de semana.
Es entonces que dije ¿qué más nos puede pasar? ¿qué nos caiga un meteorito?
Pos sí, nos cerraron los Oxxos y Seven-11, y entonces me pregunto ¿en qué les afecta? Si ya había una sana distancia, hasta gel antibacterial tenían en la puerta pa’ que se quitaran la mugre pegada de las uñas que tomaron de la calle. Ya nos portábamos bien y estábamos haciendo las cosas correctas que nos pidió el doctor Hugo López-Gatell.
¿Y los tendajos qué ‘apa? Porque este fin de semana hicieron su agosto vendiendo todo los que nuestros brodys no lo hicieron, pues algunas carnicerías patito hasta cheves vendieron.
No se vale, esta medida la hubieran hecho hace tres meses, pero a ningún funcionario sabiondo se le ocurrió hacerla antes, pero lo que sí aceptaron fue que nos cerraran el paso por el puente internacional a los tenemos esa visa de turista chafa que no sirve para nada.
¿Por qué los mandatarios mexicanos no se fajaron los pantalones pa’ regresarles el pago de la misma medida de vuelta? Sólo dizque les exigen el doble no circula y les piden un cubrebocas del Chavo del Ocho en el interior del auto.
¿Pos qué no ven que todos esos brodys que vienen son los que traen la lana, pa’ que se mueva la economía en esta alicaída frontera?
Lo mismo va pa’l otro lado, que no se han decidido a cerrar sus puertas a todos los residentes y ciudadanos que viven como magos ganando en dólares allá y pagando en centavos en Reynosa.
Mientras son peras o manzanas, si sigue el semáforo en el mismo color, seguiremos enclaustrados en casa, aguantando los regaños de la vieja, porque eso de estar las 24 horas todo el día viéndonos las caras pos como que está de locos.
Si quieren ya cierren todo, el último que salga que apague la luz. Despiértenme cuando el Covid ya se haya ido.