Me declaro penosamente uno de los ex amigos de Vicente Fox. A principios de 1999 participé junto a muchos ciudadanos -ahora sé que ilusamente-, a ayudar con nuestro tiempo y energía a un movimiento que impulsara la transición política en Mexico y en definitiva la tan anhelada alternancia democrática.
Vicente Fox encarnaba la promesa de sacar al PRI y transformar al país con una nueva forma de hacer política. Qué decepción nos llevamos y qué ilusos fuimos al ver el desenlace de la historia después de 17 años y cuando conocemos el resultado en donde lo único verdadero fue el engaño. La “democracia pactada” y la simulación del fin de un régimen corrupto. Todo como sabemos siguió igual; la misma gata sólo que un poco revolcada.
Ahora este personaje con grandes dotes para la manipulación, es el mismo que cínica y traicioneramente le levantó la mano a Enrique Pena Nieto diciendo -entre otros disparates-, que se trataba de un nuevo PRI, moderno, diferente.
Este es el mismo que hoy se lanza contra López Obrador con el falso argumento de evitar en México el populismo y los males que éste encarna. Esa es la excusa y el argumento, pero Fox es insaciable para la manipulación porque lo que oculta y defiende en el fondo son las mismas complicidades a las que fingió oponerse y en las que terminó como una servil comparsa. El mismo régimen que como camaleón cambia de colores y se mimetiza según corra el agua; puede ser azul, amarillo o tricolor.
Hablan de Morena como la izquierda populista pero no como un movimiento pacifista, liberal y progresista. Un movimiento leal a Mexico que se opone a la venta de la Patria al más puro estilo Antonio López de Santa Anna quien perdió por su cobardía la mitad del territorio y el que también por cierto tenía la inclinación por censurar y cerrar periódicos.
Es fácil encontrarle un paralelo histórico al Santa Anna dictador con el PRIAN de nuestros días y en efecto a Morena como la heredera de los liberales de la Reforma. Con este binomio insano y traicionero del PRIAN en el poder es como si camináramos con Santa Anna a la cabeza, de espaldas a la luz de los liberales que hicieron posible la Constitución del 1857 traicionando a los verdaderos héroes que forjaron y fundaron México.
Hoy a 17 años de la gran estafa de la “alternancia santanesca” de Fox, somos el mismo país de la concentración del poder político y sin contrapesos, el de los abusos sistemáticos, la censura y la corrupción rapaz y desenfrenada. Si no hubiésemos caído en el engaño de Fox hoy seríamos un país distinto, uno en el que por lo menos muchos mexicanos no tendrían que huir de la degradación y el deterioro de sus vidas. Muchos de ellos hoy estarían trabajando seguramente por su país y junto a sus familias.
Veremos si en el 2018 los mexicanos y mexicanas de hoy lograremos estar a la altura de hombres como Juárez, Santos Degollado, Vicente Riva Palacio, Guillermo Prieto, Leandro Valle, Ignacio Ramírez, Ocampo, Lerdo de Tejada y González Ortega, entre otros. En Tamaulipas circulamos a diario por calles que llevan sus nombres y si conocemos su legado lograremos un cambio real para nuestro país en 2018 que podría ser el último campanazo que nos da la historia.