Este 28 de junio se cumplieron 3 meses de mi última escapada de “shopping” a McAllen. Recuerdo que aproveché para ir a Sams a comprar puras cosas esenciales como un aderezo de blue chesse, un paquete de salchichas polacas, un pan de centeno rebanado y unos muffins de chocolate y vainilla. ¿A poco todo eso lo venden acá en el HEB de Reynosa?
Aquel día antes de ir a casa pasé por las Whataburger, pero no me salvé a que me leyeran la sentencia:
“Le aviso señor que ya no vamos a poder venderle nada, sólo por la ventanilla”, me dijo la encargada y pos ni modo, consumí la hamburguesa en las ajueras del restorán como si fuera un migrante cubano de los que andan por ahí.
Ya dendenantes habían quitado las mesas y no había donde sentarse, pos como que eso te sacaba de onda, estás comprando alimentos y no puedes disfrutarlos como todo buen cristiano.
En todos estos días de soportar el confinamiento, me la he pasado trabajando en “home office”, revisando muchos tareas de los chavos y escribiendo notas para la border.
Los gringos juraban aquella ocasión que la frontera se abriría el 21 de mayo, luego que siempre no y se jue hasta el 22 de junio y cuando llegó la fecha otra vez again nos la postergaron hasta 21 de julio.
Lo que nos sorprendió a todos, además de la lloriqueda de Jim Darling, el Mayor de McAllen que en rueda de prensa dijo esta semana que les urgen las compras de los mexicans, fue la subida de los infectados del Covid-19 en ambos lados de la border. Esto no se acaba y siguen en incremento los positivos y muertos por lo mesmo.
Porque tú sabes brody que si a nosotros no nos dejan pasar al otro lado del puente internacional Hidalgo, los gringos residentes y ciudadanos andan muy campantes, eso sí ahora les exigen cruzar con tapabocas y con el doble no circula, quesque para que no se congestione la pasadera: 0 y 1 lunes, 2 y 3 martes, 4 y 5 miércoles, 6 y 7 jueves, 8 y 9 viernes.
Así que si eres pocho asegúrate que no tengas esas terminaciones en tu auto, aunque ya sabes que todo se puede con una pequeña mordida.
Hay qué gente tan batallosa, como dicen por ahí, por favor qué les cuesta andar con su cara cubierta y su gel antibacterial en la mano, pa’ que no anden contaminando a todos.
Si Tamaulipas está en semáforo naranja, significa que ya abrieron los restaurantes, ya puedes ir a Sanborns o la Estrella a probar unas ricas enchiladas suizas, con la debida Susana distancia, pero como eso ya nos hartó.
Entonces la Rosa María andaba de antojadilla que quería una burger con bacon with cheese, pos me puse a indagar cómo hacerle porque si no lo consigo no sabes cómo me va, además de que su hijo no viene pa’ acá por tanta contagiadera.
Luego se me iluminó el mundo, al encontrar por Face que ofrecen el servicio de traerte una caja de donas de la Krispy Kreme o hasta un par de combos de Whataburger, con una pequeña propina.
Entonces me dije “de ahí soy”, así que le escribí a Abarrotes Desert, que prometen ahorrarte el gorro de cruzar el puente en sábado, hacer la larga fila y darte tu pedido cerca de un HEB o una Farmacia Benavides de por acá.
Ya con su WhatsApp te mandan fotos del menú y yo pedí dos número cinco, o sea la que lleva tocino en trocitos, con sus french fries y su respectiva Coca Light de a litro.
Pos ya de perdido, si se quieren tardar en abrir la pasadera, pos cuando menos ya nos la traen pa’ ‘ca pal rancho y hasta no te cansas con el calorón de 35 grados que está haciendo.
Por si no lo saben hay varias cuentas en Facebook que aprovechando la situation, ahora pueden cumplir tus antojos como ocurre con Carlos Junior, así se llama, que está por la colonia Fuentes Coloniales y te ofrecen cajas de harina pa’ hot cakes Aunt Jemina, cereales Nilla, Trix o Lucky Charms, botes de Kool Aid, salchichas ahumadas, rebanadas de bologna, jamón y de queso Velveeta.
Hasta ponen sus ofertas de tres artículos por cien pesos, para escoger un aderezo, unas galletas y una salsa de soya.
Es tanto el éxito de Carlos que hacen hasta tres vueltas al día para atender la demanda de los antojados comensales.
Otro que no canta mal las rancheras es mi amigo de Burritos Buenos Aires, el está por Herón Ramírez y Hermosillo, que además de que puedes comprar burritos de frijoles con queso, deshebrada o pizza, te vende un surtido de Twinkies, galletas Ritz, Chips Ahoy o de varias mayonesas Kraft.
Tienen un excelente servicio, pues mientras esperas te pueden servir dos burritos de frijoles recién hechos y calientitos.
Si ya te cansaste de las marcas chafas de Waldos, porque tienen variedad en galletas y botana de Guatemala y la India, puedes ir a la pulga Solidaridad frente a Soriana Hidalgo, hay un tendajo que se llama “la caseta”, porque se usaba cuando se hacían las llamadas con pesos cuando se podrían hacer, el letrero sigue ahí y es parte del folklore del lugar.
Puedes conseguir cereales y bolsas de botana de Cheetos Flamin’ Hot, jabones pochos y uno que otro estropajo de Macys.
Para mis amigos regios, que no les dé envidia, en Instagram hay quien ofrece realizar sus compras y llevártelas a Monterrey.
Yo que estoy aquí en la border donde parece que pasó la arena del Sahara y se quedó con mi vecino de enfrente, porque nunca de los nuncas barrió el frente de su casa.
También hice mis pedidos de Omega 3 y de Vitamina C, que endicen son guenísimas para que no te dé el Covid. Y me llegaron al día siguiente.
Mientras tanto me pregunto, ¿para qué hago corajes por no ir a McAllen?