Ayer transcurrió la celebración de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 sin pena, ni gloria, cosa que no sorprende, ese fausto regularmente no parece tener mucha importancia para los gobernantes, se limitan a participar en frías ceremonias y en algunos casos hasta envían representantes.
En el caso del presidente de la República ahí sí aprovecha la ocasión para mencionar avances obtenidos gracias a la carta magna y a responder a una que otra crítica.
Pero en lo general, no despierta mucha pasión la celebración de esa fecha del calendario cívico de la nación, ni en gobernantes, ni en gobernados, en cambio sirvió para un largo fin de semana que estuvo aderezado por el Super Bowl, lo que fue motivo de papalinas sin remordimiento alguno, pues el día siguiente fue de fiaca.
Y créanme, por ningún lado escuché “mañana se celebra la Constitución”, las discusiones fueron sobre la blandengue defensa de los Patriotas o la mortífera ofensiva de las Águilas y así los pases de Brady no iban a ser suficientes para llevarlos al triunfo.
En fin, se reanuda la actividad y los precandidatos entraron en la semana final del período de precampaña, mientras que aquí al PAN y al MORENA se les hace bolas el engrudo para decidir quién será su candidato a la alcaldía.
El PRI no encuentra a quién postular, sus militantes conspícuos ya mero se amparan con tal de no ser y por tanto le van a tener que buscar entre los ex regidores, pues ni modo de declarar desierta esa candidatura y por ende a alguien tendrá que caerle el chahuistle.
Que tengan un buen día todos.