Si la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados
Unidos, Nancy Pelosi, supiera el saco de alacranes que se le vino encima ayer
por la mañana, a medio puente binacional número dos, durante la ceremonia del
“Abrazo Internacional”, hoy todavía tendría ñáñaras, rasquiña, prurito y se
anduviera sacudiendo toda su humanidad y dándose manazos en la ropa y sapes en
el cabello, para tumbarse todos los bichos que se le treparon, las alimañas,
comejenes y “comegentes” que tuvo que haber recibido de la parte mexicana que
le dio el achuchón diplomático.
“Nada nos divide”, dijo un bato de Reynosa, el mismo que
días antes encargó estrictamente a su achichincle municipal de Nuevo Lardo a
que por ningún motivo, se presentasen a mitad del paso entre ambos Laredos, los
legisladores tamaulipecos por Morena, Américo Villarreal Anaya, Guadalupe
Covarrubias Cervantes y José Narro Céspedes, quienes dicho sea de paso, nada
más llevaban la representación oficial del Senado mexicano, para dicho acto
protocolario y que dos de ellos son directivos de la Comisión de Relaciones
Exteriores de ese órgano legislativo.
Lo de “nada nos divide”, era para ensalzar la hermandad y
amistad que tanto nos profesamos la gente de la frontera tamaulipeca y texana.
Una que es cierta, sólo que no en las personas del
goberladrón de Tamaulipas y de su alfil de Nuevo Laredo,
A Nancy Patricia D’Alesandro Pelosi le debieron decir quién
era Francisco Javier García Cabeza de Vaca, digo para darle la opción a no
presentarse, quizá por motivo de salud, tal vez por cuestiones personales,
porque se le fue el avión, no jaló el despertador o por lo que usted quiera,
estimado lector.
LA GROSERÍA
Lupita Covarrubias y Américo Villarreal, ni se presentaron a
la hora de los abachos y bechos, porque se iban a quedar abanicando la fría
brisa, como molino de viento en el gélido chiflón sabatino matinal, ahí como
troncos, en la plancha del puente.
Es que como ya lo dijimos, deliberadamente no iban incluidos
en la lista de la comitiva mexicana para pararse en el sitio del evento y
abrazarse con alguien de la contraparte estadounidense.
Adrede el gobierno municipal de Nuevo Laredo no los incluyó,
como tampoco lo hizo la noche anterior, para una cena o brindis diplomático en
Laredo, Texas.
Covarrubias y Villarreal, no tenían ni silla, ni cubierto,
ni nada qué hacer en tales eventos, ya que ¡a propósito!, nadie del gobierno
municipal de Nuevo Laredo, los anotó entre los invitados, por la parte azteca,
y esos que son ¡senadores de Relaciones Exteriores!
Si Benito Juárez y Abraham Lincoln supieran quiénes dos
(gobernante y alcalde de lado mexicano) estaban pisando el sitio que con honor
fue nombrado para ellos y por ellos, cada uno de estos dos ilustres héroes
nacionales, ambos se habrían enojado y peleado, por aventar a uno y a otro
mequetrefe, al lado opuesto de la guardarraya, como si los dos próceres
estuviesen jugando volibol.
Benito Juárez habría tirado por la borda aquello de que;
“entre las naciones como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es
la paz”. Y neta que habría reñido con Abraham Lincoln.
El Benemérito de Oaxaca hubiese exigido que el ilustre
norteamericano de Kentucky, se hubiera hecho cargo del sapo desgraciado parido
en McAllen, Texas, pero que gobierna en lado azteca; y de paso también le
hubiera endilgado al que fue escupido en tierra de Nuevo Laredo, para que se lo
quedase, pues este pelón ya vive allá, en el lado pocho.
Y el célebre estadista norteamericano, que se distingue
mundialmente por su inteligencia emocional y su empatía, hubiese dicho a Juárez
García: “Quédate con ambas lacras, son tuyos, míralos, nada más velos, no
niegan la cruz de su parroquia”.
POBRECITA PELOSI
Ayer sábado en la mañana, un tal Francisco García, teniendo
a un lado a la inocente de Nancy Pelosi -ella no es culpable, máxime si no sabe
el alacrancito que tiene enseguida- dijo y ensalzó que somos dos naciones
unidas, cuando que poco le faltó para mandar “despacharse” al trío de senadores
de Morena.
Y el de casa, el bato de Nuevo Laredo dijo que: “Aquí
estamos construyendo lazos” (¿para ahorcar a prójimos?).
El caso es que los senadores de Morena fueron ninguneados
gachamente, ni siquiera porque se aventaron un viajecito algo largo.
Bueno, eso es todo estimados lectores, nada más quisimos
enterarlos de cómo es que se las gastan los Bandidos de Río Frío, cuando
alguien no les simpatiza.