Sin duda, los tres personajes del momento en Nuevo León después de las elecciones del 6 de junio son en este orden: por cargo Samuel-Luis Donaldo-César; por nombre César-Luis Donado-Samuel, y por apellidos Colosio-García-Garza. Para que nadie se ofenda en tiempos de egos políticos. Y para que no haya reclamos.
Vayamos por el cargo. Aunque sus cálculos fallaron de que sacaría una ventaja de 15 puntos o más al segundo lugar, Samuel debe estar satisfecho por que ganó por 8.5 puntos, lo cual significan 188 mil votos ante Adrián de la Garza.
Era imposible que Samuel empatara, menos superara a Jaime Rodríguez Calderón por la simple razón de que en 2021 hubo cuatro contendiente de dos dígitos en sus preferencias, mientras que en 2015 hubo tres competidores: “El Bronco”, Ivonne Álvarez y Felipe de Jesús Cantú.
Esta vez los 2 millones 143 mil votos se repartieron principalmente entre Samuel, Adrián, Clara Luz Flores y Fernando Larrazabal. En tanto en 2015, cuando sufragaron 2 millones 90 mil, es decir, 53 mil electores menos, la distribución fue entre tres, llevándose “El Bronco” la mayor tajada del pastel con 1 millón 20 mil votos, por 788 mil de Samuel.
Si algo preocupa al gobernador entrante a partir del 4 de octubre, es que su partido Movimiento Ciudadano se fue en blanco en diputaciones federales y locales, sobre todo en éstas últimas, obligándolo a entrar en negociar de “estira y afloja” con la mayoría conformada por PRI y PAN.
El segundo ganador de los comicios es Luis Donaldo Colosio, quien a sus 35 años, dos más que el ejecutivo estatal electo, deberá empezar a construir su propia historia a partir de que tome protesta como alcalde de Monterrey.
Tendrá a su favor que el gobernador será de su mismo partido. Y en contra la silla embrujada que es gobernar la capital de Nuevo León, tumba política de anteriores alcaldes como Adalberto Madero y Margarita Arellanes, y otros que salieron de la banca como Felipe de Jesús Cantú y Larrazabal para contender sin éxito en recientes elecciones.
Colosio, con una de regular a buena administración de Monterrey, escucharía invitaciones para contender por la presidencia de la República en 2024. Y si MC le hace el fuchi, el PAN lo arroparía con gusto en una gran alianza hasta con el PRI y chiquillada que los acompañe.
El tercer medallista es César Garza. Un plusmarquista en las pasadas elecciones al superar por 120 mil votos a su adversario mas cercano en Apodaca, con un porcentaje a su favor de 66 por ciento por 11 de Benito Caballero, de MORENA y aliados, borrando del mapa también al PAN.
César tendría que ser el artífice de la resurrección del PRI en Nuevo León que sumará 12 años sin gubernatura en 2027. Donde él tendría que ser el candidato natural del tricolor para suceder a Samuel, sobre todo porque no tiene el hierro de medinista.
Pero antes de 2027 no hay en el Estado a un militante del PRI que pudiera disputarle ser candidato plurinominal al Senado de la República. Aunque conociéndolo un poco, César se apuntaría para encabezar la fórmula de su partido para la Cámara Alta.
Ya en la boleta los votos de Apodaca le asegurarían prácticamente un lugar en el Senado, la antesala para construir su candidatura a gobernador tres años después. ¡A César lo que es del César!