Ya suman cuatro las renuncias “pesadas” que se han padecido dentro del gabinete del presidente, Andrés Manuel López Obrador. El más reciente Carlos Urzúa, de la SHCP, pero no podemos olvidar a Tonatiuh Guillen, del INM; Josefa González Blanco, de SEMARNAT y al nunca totalmente comprendido, Germán Martínez, del IMSS.
Las razones de dichas renuncias han sido diversas. Desde “charolazos”, para que un avión comercial no despegara (por parte de González Blanco) hasta sendas cartas (Germán Martínez y Carlos Urzúa) que, alejados de cualquier suspicacia indican de manera clara las razones por las que decidieron salir del gabinete.
No se trata, pues, de inventos o malas interpretaciones por parte de la llamada “mafia del poder” o de los periódicos “fifí” o los adversarios políticos de AMLO y MORENA. Estamos ante una real renuncia y denuncia de que algo hacia adentro no termina de cuadrar y que no todos están (yo me declaro también uno de ellos) del todo ciertos hacia dónde va el Presidente… o si lo están (yo no me declaro dentro de ellos) no terminan de alinearse hacia las directrices presidenciales.
No se trata considerar, insisto, de renuncias al presidente, sino de de las renuncias a las que el Presidente se tiene que someter para seguir con el plan de la 4T (cuarta transformación). Pues, definitivamente, al ya no tener contemplado dentro de sus cuadros a tales o cuáles personajes ahora tiene que tomar decisiones (toda decisión supone renuncia… es decir, si escojo A, dejo de escoger B, C o D) para allanar el camino y hacer “como si nada”.
En economía, en finanzas en dinero, pues, no existe tal cosa como “los otros números”…. no podemos inventar o decretar cifras de empleo o desempleo, no podemos hacer caso omiso a las señales de los mercados y las calificadoras, no podemos pensar que lo que los demás ven es solo chapuza y, por lo tanto, no debe ser considerado.
La 4T está en marcha. Ya se celebró el primer año de la elección presidencial de AMLO. Pero, a decir del “vox populli” aún no se “ve claro”… faltan empleos, el dinero no alcanza… y la promesa de un gran futuro se sigue quedando en eso… en promesa.
Se tienen que tomar decisiones ya. Se tienen que asumir las renuncias… también ya. Requerimos resultados…. El niño se puede ahogar si no tapamos el pozo a tiempo.
Esta Jirafa esperanzada, sigue atenta.