A pesar de ser el alimento más nutritivo, gratuito y preventivo para diversas enfermedades tanto en el bebé como en la madre, el 85 por ciento de las mujeres mexicanas no practican la lactancia ya sea por decisión propia, falta de orientación, regreso a sus labores, entre otras situaciones.
Además de todos los beneficios que la leche materna otorga a los bebés, hoy que se conmemora el mes de la lucha contra el cáncer, hay que decir que las mujeres que amamantan tiene menos probabilidades de contraer cáncer de mama, ovarios e incluso osteoporosis.
En la actualidad se están incrementando los casos de mujeres con cáncer de seno y las estadísticas demuestran que cada vez son más jóvenes las afectadas. Posiblemente el cambio en el rol de vida de las madres, que ahora trabajan fuera del hogar, tenga incidencia ya que acortan el periodo de amamantamiento.
Estudios de especialistas en la materia aseguran que al amamantar se eliminan 40 células cancerígenas protegiendo tanto a la madre como su hijo.
Otro factor favorable es el apego que genera la lactancia, ya que además de los beneficios en la salud, se fortalecen los lazos afectivos generando un vínculo entre la madre y el hijo.
A esto hay que agregarle la satisfacción de regalar al bebé el mejor alimento que lo protegerá de alergias, obesidad e infecciones, mientras que en el caso de la mamá obtiene beneficios como evitar la depresión postparto, generando hormonas que permiten sentirse amorosas y de buen humor, disminución de sangrado y perdida de peso, entre otros.
Cabe mencionar que la lactancia no sólo protege de enfermedades, sino que también representa un ahorro económico en alimentación, visitas al pediatra y medicamentos.
Por eso en esta ocasión la pregunta es: ¿Por qué estamos desaprovechando todos los nutrientes y protecciones a la salud que la leche materna brinda a mamá e hijo? Definitivamente es mejor dar pecho, que la espalda a la lactancia.
Hasta la próxima…
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