En el afán de querer controlar todo Andrés Manuel decidió delegar la vigilancia del funcionamiento de las administraciones estatales a enviados que perdieron las elecciones o que están claramente comprometidos con su proyecto de Nación.
Eso suena a un PRI reloaded, recargado, tiene todo el tufo de centralismo, pese al anuncio de enviar la mayor parte de las dependencias federales a distintos puntos del país, en el caso de Tamaulipas le correspondería, de acuerdo a ese esquema, la Dirección General de Aduanas.
Es conveniente que Andrés Manuel se acerque a García Cabeza de Vaca quien tuvo la misma intención descentralizando las secretarías de Turismo y Desarrollo Económico a Tampico y Reynosa, respectivamente, proyecto del que no ha vuelto a hablar.
Los enterados ya dijeron que mover las dependencias federales a los estados resultará costoso, además engorroso por aquello de que el personal está adherido a sindicatos que pugnarán porque no se concrete ese ambicioso plan de “descentralización”.
En ocasiones bien vale la pena echar un vistazo a la forma como se organizan otros países cuando se habla de descentralización y no andar dando palos de ciego. Es sugerencia.
Luego está la decisión de nombrar a súper delegados para que sean el enlace directo con él desde las 32 entidades del país, otro asunto que plantea reducir la planta laboral, que no haya tantos delegados, pero para fines prácticos, ¿eso qué significará?
Por lo pronto para Tamaulipas se anuncia la llegada del perdedor en la contienda por la alcaldía de Reynosa y para mayores señas será el cuñado de García Cabeza de Vaca, un joven acaudalado cuya mayor virtud es llevar la contraria a quien ahora está al frente del estado, por ello fue elegido para encabezar la fórmula del partido de AMLO.
Sus desencuentros familiares fueron llevados al plano político y cuando eso ocurre las cosas no suelen terminar bien.
En Tamaulipas sus habitantes preferirían que las desavenencias familiares y personales se quedaran en ese nivel, que no se mezcle una cosa con la otra porque los únicos perdedores serán los contribuyentes, las y los ciudadanos de a pie.
Ya de por sí resulta incómodo y peligroso estar a dos fuegos, literalmente hablando, entre las fuerzas del orden contra los grupos delictivos, para que ahora le agreguen la pugna política que se avecina a partir del primero de diciembre cuando José Ramón Gómez Leal sea enviado a Tamaulipas a querer controlar a un descontrolado gobierno que no da golpe.
Me pregunto: ¿en Tamaulipas no existe alguien con mayores aptitudes, preparación y disposición para hacer un trabajo de gestión como lo demanda la población, es que esta entidad está condenada a tener como representantes a gente sin el perfil correcto para desempeñar funciones de servicio a la gente?
Lo que se vislumbra y se adelanta es que la decisión de nombrar a este hombre un gobernador bis es un desacierto de Andrés Manuel y lo peor es que quienes pagarán los platos rotos serán, una vez más, los habitantes de uno de los estados con más problemas del país.
Como quien dice: “éramos muchos y parió la abuela”…
EL PERSONAJE AMLO
Conseguido el triunfo Andrés Manuel deja poco a poco atrás el disfraz que le funcionó para llegarle a la gente, ya no pronuncia el apellido Trump, como tal, ahora ya dice Tromp, así irá transformándose hasta dejar toda esa aura que lo hacía cercano a la población.
Esperemos que su transformación sólo sea de forma y no de fondo, y haga honor a las compromisos contraídos durante la campaña. Correo electrónico: derrotero@hotmail.com