La creación de la Guardia Nacional fue aprobada por unanimidad en el Senado aunque con algunas modificaciones como el relativo al mando, pero en lo esencial quedó intacta, esto es, que será compuesta por elementos de la policía militar, policía naval y obvio que lo mejor de la policía federal.
Pero por la enconosa discusión sobre si el mando debe ser civil o militar, al menos para el suscrito, no quedó claro si entre las aptitudes de este cuerpo de élite están las de investigación, porque si van a iniciar sus actividades con la estrategia del “topón” estaremos ligeramente mejor o peor que antes.
La apuesta del presidente AMLO para el combate a la delincuencia incuestionablemente es la Guardia Nacional, la que apoyan los gobernantes estatales que ya denotan estar agobiados por este flagelo que golpea inmisericordemente a los gobernados y a ellos en su imagen política.
Y obvio que el ciudadano pierde más cuando es afectado en su persona o en sus bienes, que el gobernante al ver dañada su imagen política, ellos no están expuestos a ser objeto de un asalto o un robo aunque sí de una agresión, sólo que, esto último, es muy, pero muy remoto.
En síntesis: Guardia Nacional Habemus. Y por amor a Dios ya no discutan tanto en definir si el mando será mixto o militar, aunque no está demás consideren lo que Plutarco aconsejaba: “un ejército de ciervos dirigidos por un león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo”.
O sea, civil o militar lo primordial será la aptitud en el mando para el éxito de la Guardia Nacional.
Que tengan un buen inicio de fin semana.