Estaba esperando que la maestra abriera la puerta del salón y uno a uno nos fuera entregando a nuestros hijos cuando de pronto ví dos gorros colgando de la ventana con unas pinzas que se me hicieron conocidos.
“Señora, les recogí los gorros a los cuates porque andaban aventándolos, los traían ahí en el patio casi como pelota de futbol”, me dijo mientras los guerquitos me observaban.
“Muchas gracias maestra yo hablo con ellos”, le dije, recogí los gorros y les eché a mis guercos la mirada matadora.
Eso fue por ahí en uno de los fríos días de diciembre, cuando los mandaba más envueltos que un tamal; ese día fueron los gorros, otro, me tocó ver la chamarra de la niña mayor tirada en el piso.
La SEP dijo que el regreso a clases será el 10 de agosto para un curso en donde se evaluará el nivel de los alumnos y que el inicio del nuevo ciclo escolar será en septiembre.
Deberán seguirse protocolos que incluyen la suspensión de eventos, recesos alternados, filtros escolares, sanitización, pasillos en un solo sentido de circulación, uso de gel antibacterial, pañuelos desechables y cubrebocas… ¿recuerdan los gorros de mis hijos rodando en el patio y la chamarra tirada en el piso?
Hasta el momento a mis guercos les causa bastante novedad utilizar cubrebocas, motivados por los diseños de princesas y carritos, esto en traslados en auto que no duran muchos minutos, pero ¿lo aguantarán durante toda la jornada escolar?
¿Dónde acabarán esos cubrebocas?, ¿cuántas veces terminarán sobre el banco o en el rostro de otro alumno porque lo confundieron y se lo quitaron?
Quizás los estudiantes más grandes puedan cumplir más facílmente con los protocolos, pero lo dudo, sobre todo porque para nosotros los adultos también ha sido complicado.
Dependerá de nosotros como padres instruirlos al respecto, dejando de lado el egoísmo y el valemadrismo, dejar de pensar solo en nosotros para hacerlo también en los demás, porque, al final de cuentas estamos en el mismo barco.
Traducción: vayan mentalizando a sus chamacos y hablando con ellos al respecto, yo ya empecé con los míos.