A lo largo de los últimos treinta años, México ha experimentado una significativa transformación en el plano político, social, institucional y económico. Las políticas públicas diseñadas e implementadas han resultado en un mayor beneficio a los servicios sociales básicos, como la educación y la salud.
Nuestro país es el sexto productor de petróleo en el mundo. Está dotado de una geografía privilegiada, con dos extensas zonas costeras y una frontera común con una de las economías más grandes del mundo. Aunque las reservas petroleras han disminuido, el país cuenta con otros recursos naturales en abundancia.
También es famoso por su rica tradición cultural, un importante activo para el desarrollo de su industria turística. Entonces, si se cuenta con todas estas características positivas, ¿Por qué el nivel de México y sus regiones no ha logrado sobresalir?, ¿Y qué es todo esto de las políticas públicas?
El gobierno, a través de la Administración Pública, es quien se encarga del diseño de las políticas públicas para satisfacer las diversas necesidades de la sociedad. Por ello, es indispensable que los tomadores de decisiones conozcan de manera directa las problemáticas de los ciudadanos y cuenten con la información precisa al momento de plantear soluciones a las situaciones presentadas.
De esta forma, las políticas públicas se erigen como una herramienta eficaz para lograr un crecimiento con equidad, son la respuesta a la necesidad de cerrar brechas entre quienes tienen mucho y aquellos quienes cuentan con muy poco, entre quienes han podido desarrollarse integralmente y quienes no cuentan con igualdad de oportunidades.
Por esto, es importante que, aunque el diseño de políticas públicas corresponde primordialmente a los titulares de la Administración Pública, como una manera de alcanzar el bien común, se debe incluir a todos los grupos (stakeholders) que pueden tener interés en dicho diseño, tales como sociedad civil, universidades, organizaciones privadas, entre otras.
De esta manera, todas las administraciones entrantes, tanto locales como nacionales, tienen grandes retos para lograr la adecuada implementación de sus políticas públicas, ya que la función del Gobierno debe estar enfocada en custodiar que todos los elementos en el proceso de las políticas públicas se cumplan con eficiencia y eficacia al tener como principal objetivo el beneficio de la sociedad.
Y es que muchas veces se les olvida a los políticos que son los ciudadanos los destinatarios en potencia, quienes están a la espera de todos aquellos beneficios que se prometieron durante las campañas electorales, y que esperan que lleguen rápido a contribuir con el desarrollo de vida de ellos mismos y de su comunidad.
Finalmente, es indispensable una sinergia entre las estructuras sociales y las estrategias del Estado para la implementación exitosa de las políticas públicas. Me parece indispensable proceder al estudio de la implementación bajo un enfoque pluralista, utilizando los diversos marcos teóricos existentes y cruzando las visiones, a efecto de lograr ver no solamente una parte de la realidad, sino la mayor parte posible.
La autora es licenciada en derecho de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, de donde egresó con mención honorífica.