En Tamaulipas a los priistas, les está pasando lo que a los panistas, se han montado en un discurso que en la jerga popular es “tirarse al piso para que te recojan”, mientras los panistas en el gobierno estatal se la pasaron prácticamente año y medio lamentándose de que los gobiernos priistas de Eugenio y Egidio les dejaron el tiradero y por eso las cosas siguen tan mal en materia de seguridad, ahora los candidatos del PRI se quejan de que sus campañas no prenden por la falta de dinero.
Eso es echarle la culpa al otro, de lo que es tu responsabilidad componer. Así de sencillo.
Los panistas, que sí tienen dinero para campañas en Tamaulipas porque se apropiaron de la bolsa del presupuesto estatal, están instalados en la historia del pasado reciente, sin asumir que ya son gobierno, esos lamentos les hicieron perder año y medio que bien les hubieran servido para penetrar en un electorado que prácticamente los desconoce, especialmente a sus candidatos, literalmente son ajenos para la generalidad de las y los ciudadanos.
En cuanto al PRI, la queja que sube de tono entre los abanderados a todos los cargos de elección popular es “no hay dinero”.
La priista Yahleel Abdala, quien espera ser senadora por cualquier vía, en una rueda de prensa con mujeres periodistas realizada en Ciudad Victoria recurrió a esa misma justificación para tener una campaña desangelada, criticó los 25 guardias que cuidan a su contrincante panista Ismael García y se olvidó de que tienen que talachearle para conseguir apoyos económicos que pueden justificar ante el Instituto Nacional Electoral.
Pero a los priistas no se les da eso de buscar quién los financie, se quedaron mal acostumbrados a sólo meter la mano a la bolsa de los dineros públicos y ahora no saben cómo gestionar para pagar sus actividades proselitistas.
Otro partido que dice no traer dinero para campañas es Morena, y la gente a ellos sí se los cree porque Andrés Manuel López Obrador se ha encargado de propalar la versión de que son un partido pobre pero que contrata avionetas para moverse por el país, de hecho viene a Tamaulipas a principios de mayo, llega a Tampico y de ahí se va en helicóptero a Mante; en tanto Américo Villarreal hace una campaña austera, sólo espera que el arrastre del candidato presidencial le lleve al Senado.
Por su parte los panistas traen dinero, pero muy bien guardado, porque éste no se ve por ningún lado. Total que todos los aspirantes a cargos federales, están esperando que salgan los candidatos a las alcaldías para a ver si así sube la euforia popular y los volteen a ver.
La conclusión es que unos porque dicen no tener dinero: priistas y morenistas, otros que sí tienen pero no lo usan para atraer el voto: los panistas, y en medio los votantes observándoles con cara de desconcierto viendo que ninguna campaña prende.
Estimado lector y lectora, no les parece que ésta es una elección atípica y rara, donde lo más significativo es la queja porque el maldito dinero sigue sin aparecer.
EL DEBATE SIN SORPRESAS
Fue el primer debate entre los cinco aspirantes a dirigir el país donde los temas centrales fueron corrupción e inseguridad, no es casualidad que junten estos dos conceptos, uno da pie a la otra, sin corrupción, en este país sería más difícil que viviésemos inseguros. La dinámica transcurrió sin sorpresas, se quedaron punteros los mismos, Andrés Manuel y Ricardo. El dirigente Morenista fue parco en sus respuestas instalado en el, dicen, 85% de preferencia electoral.
El peje por la boca muere, y esta vez se reservó epítetos groseros, ya no eran necesarios, su popularidad ha crecido y él sabe que el peor enemigo es su boca deslenguada. Este domingo se contuvo. Hizo bien.
Siguen las campañas…
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