Cuando ves juegos como el de la noche del pasado 25 de octubre, seas o no aficionado al beisbol, te hace amar este deporte.
Reto a alguien que me diga en este momento que no se emocionó ante todas las jugadas, pitcheos, batazos.
Fué un juego de antología. Hasta al más escéptico de este deporte se mordió las uñas.
Fué un juego de toma y daca, donde el intratable Verlander parpadeó en dos lanzamientos y lo sorprendieron. El esperado duelo de pitcheo se fué cayendo al darse el mayor numero de jonrones en un juego de Serie Mundial.
Altuve y Correa a la altura y A. J. Hinch se anota una estrella más grande que la que ostenta la gorra de los Astros, el primer juego ganado en la historia de la franquicia en un clásico de otoño.
Lo dije en su momento, esta será una gran Serie Mundial, de las pocas veces que es disputada por las mejores marcas de ambas ligas; Dodgers como la número uno de la Nacional y Astros como la segunda de la Americana, pero con un solo juego de diferencia con los Indios de Cleveland. No es un juego entre comodines, aquí se están enfrentando dos gigantes que demostraron serlo a pulso durante toda la temporada regular.
Anoche se vivió adrenalina pura. Atrás quedó la hazaña de Kirk Gibson en ese dramático juego uno de la Serie Mundial de los Dodgers contra los Atléticos de Oakland; o el calcetín con sangre de Curt Schilling y tantas otras que se me vienen a la cabeza tras todos los años que llevo como aficionada al beisbol. El juego de anoche ya es considerado como uno de los más emocionantes en la historia de las Series Mundiales, una verdadera pelota de octubre.
Cada uno de los integrantes de estos Astros está ante el mayor reto de su vida profesional: pasar a los anales de la historia como los primeros. Ya son el primer equipo en la historia de la MLB que es campeón por la Nacional -en el 2005-, y por la Americana -en el 2017-. Ayer fue el primer juego ganado por la franquicia en una Serie Mundial. ¿Podrán ser los primeros en llevarse el mayor galladerte?
La moneda está en el aire, en el beisbol no hay nada escrito. Aquí el infalible puede fallar, el dormido en el bate despertar como lo vimos con George Springer, quien después de haberse ponchado cuatro veces en el juego anterior, ayer conectó tremendo home run.
Ustedes disculparán que no hable de los Dodgers, pero Houston ya se merecía esta titularidad, lo viví en la prensa diaria durante los play offs; Boston pierde en tremendo duelo,Yankees pierde en tremendo duelo. Ustedes lo pueden constatar.
Al final del día solo estoy dando un punto de vista muy personal, para mí, el juego de anoche fue un juego de Astros en toda la extensión de la palabra.