La noticia del cierre del penal del Topo Chico no sólo sonó en México, también hizo eco en Europa.
Cuando el Gobierno de Nuevo León dio fecha para el cierre de este reclusorio, el 30 de septiembre del 2019, los medios de comunicación locales, nacionales y extranjeros lo pusieron en su agenda.
Se trataba de algo que parecía imposible: acabar con el autogobierno en esta cárcel.
Me tocó acompañar en los recorridos por el penal a periodistas de Univisión, Televisa México, TV Azteca México, ABC, Enfoque Monterrey, Hora Cero, Revista Proceso y Canal 28.
También a las agencias Reuters, EFE, Ultra Radio, La Mejor 92.5, Multimedios y a los Youtubers Luisito Comunica y Beto Pasillas, entre otros.
Cada medio, con su estilo, documentó con detalle la realidad dantesca que se vivía en el Topo Chico, un lugar construido con capacidad para 3 mil 600 internos, pero que llegó a tener hasta 6 mil personas privadas de la libertad.
Los medios constataron que las instalaciones no eran habitables, que convivían procesados y sentenciados, que no se garantizaba una estancia digna y segura, y que la atención médica era deficiente. En otras palabras, que era un lugar obsoleto, inoperante, que debía terminar.
Al penal también llegó la televisión holandesa. El periodista Erik Mouthaan y su camarógrafo, de RTL Nieuws, tenían la encomienda de contar a Europa el fin de uno de los reclusorios donde se vivió la peor masacre en una cárcel de México en la historia reciente.
Los reporteros recorrieron el lugar, celda por celda, vieron los privilegios en que vivían los líderes, en grandes espacios, con puertas de acceso de alta seguridad, donde se camuflaman, con jacuzzi y barbería.
También los periodistas fueron testigos del pasillo hechizo por donde las mujeres privadas de la libertad eran sacadas hacia las celdas de los hombres, para abusar de ellas e incluso castigarlas por no cumplir sus deseos.
Fogueados por el mundo, los periodistas holandeses me contaron que conocían varios penales, pero ninguno como el Topo Chico, no daban crédito al autogobierno que operó por años en este lugar, escenario de la barbarie en 2016, cuando asesinaron a 49 personas privadas de la libertad.
Lo que parecía imposible se hizo realidad: acabar con un penal que hizo mucho daño a la sociedad nuevoleonesa.
Se logró con la voluntad política del Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y con la estrategia de un equipo de profesionales penitenciarios.
Ahora en este espacio se construirá un gran parque y albergará al Archivo Histórico del Estado. Este cierre es un hecho sin precedentes en México, un hecho histórico, una buena noticia. Irrefutable.
Les comparto este link de una producción original del Canal 28, donde documento, como un ejercicio a la memoria, parte de lo que se vivió en el Topo Chico.
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2395811207213149&id=217935354962155
Escucha en esta liga el audio: El eco de NL en Europa