Mañana es el día del Amor y la Amistad, por ende el tráfago comienza desde hoy por la tarde para celebrar a Cupido, un dios al que Shopenhauer en “El Amor las Mujeres y la Muerte” lo calificó de hostil y cruel, porque sus alas denotan inconstancia y esa característica explica porqué súbitamente alguien corta una relación con el consecuente reclamo de “eliminaste a Cupido”, pero no, solo voló.
Otro pensador, José Ingenieros, en “Tratado del Amor”, consideró que sí puede haber amistad sin amor invocando a Lord Byron, para quien la amistad es un amor sin alas, y por ende, da a entender que la amistad nunca te abandonará.
Sobre este tema me viene a la mente Platón, que en sus “Diálogos” narra las reflexiones de Aristófanes sobre el amor, quien para explicar por qué buscamos la llamada media naranja recurrió a la historia de los Andróginos, unos seres dobles que por haber ingresado al Olimpo para combatir a los dioses fueron partidos en dos y condenados a la búsqueda eterna de su otra mitad, la que según Aristófanes sólo unos cuantos afortunados la encuentran.
Y en mí opinión, se debe ponderar que posiblemente con quien convivimos no es nuestro semejante, pero si buscamos las coincidencias y hacemos a un lado las diferencias se encontrará la armonía que nos hará tener más etapas de felicidad que de infelicidad. No soslayemos que habitamos en la tierra y en cuanto al amor, bueno, de ése dios, Sócrates dijo que es un demonio, por lo que, de conformidad con la valoración del filósofo más grande: cuidado con el amor.
Y feliz celebración del amor y la amistad que buena falta nos hace en nuestra insegura Reynosa.