Cuando los alumnos de las escuelas más pobladas, toman sus clases en el patio, a temperatura de 49 grados centígrados en plena canícula, o bien, de sólo 2 grados Celsius en invierno, porque carecen de aulas en tan sobrepoblados centros educativos.
Cuando todo mundo es testigo, que en las esquinas, los choferes de los camiones urbanos no se detienen a levantar a los adultos de la tercera edad, aun en pleno chubasco.
Cuando en lugar de restarle insalubridad a la ciudad, dándole fin definitivo, cierre total, al inservible Laguito Artificial, en lugar de utilizarlo como saco roto al que hay que invertirle dinero a cada rato (ahora se le llama “invertir” al vil robo) en cada administración municipal, de las últimas 10 de ellas.
Cuando le pones más atención a unos extranjeros que a los tuyos, vas y te tomas videos con los foráneos, subes fotos a las redes sociales, con esa gente que sólo está de paso, buscando ingresar a otro país que ni siquiera es México, porque ni les interesa México.
Cuando contratas constructoras chambonas para hacer rampas para personas discapacitadas, pero las hacen tan mal, sumamente pésimas, tanto que son un descarado insulto y tú no fuiste ni para supervisar la obra, ni para castigar la burla, siempre protegiendo el nombre del responsable de tal robo (hacer una mala obra y cobrarla muy bien, es un hurto), porque no puedes exhibir a quienes te sirven, aun en contra del pueblo y de su dinero de éste.
Cuando un hombre tiene más de medio año robando baterías de automóvil por toda la ciudad, perjudicando a decenas o cientos de familias, tú sabes que trae un carro Ford Taurus, color rojo, todo mundo lo conoce y no haces nada, ni exiges a las fuerzas del orden que terminen con quien tanto daño le hace al patrimonio de nuestra gente (comprar una pila de carro o camioneta puede llegar hasta un mil pesos, dinero que no está en el presupuesto del decente ciudadano perjudicado).
Cuando la desesperación cunde en millares de personas, de más de 50 colonias, porque por los drenajes de sus tazas, en los sanitarios, en las regaderas, incluso en el lavabo de la cocina, les brota aguas negras, el excremento suyo y el de sus vecinos.
Cuando ves que la gente clama por un mercado de abastos, para comprar frutas y verduras más baratas, incluso cárnicos y granos, pero tú estás entregado a servir a las grandes tiendas que todo lo dan al doble que los señores que vienen de Monterrey en camiones de carga a vender sus cosecha, estacionados frente a la Escuela Normal Cuauhtémoc.
Cuando todos los nuevolaredenses vemos eso ¡y mucho más!, es cuando nos queda muy claro a todos, que a ti gobernante, no te importa este tu pueblo, lo tuyo es beneficiarte solamente tú.