Resulta que elementos del Estado Mayor Presidencial detectaron a dos jóvenes con corte rapa tipo militar, bajitos, muy misteriosos, tomando apuntes y fotos en la reciente visita del “Peje” donde se reunió con ipecos, políticos y curiosos. Los chavos anduvieron preguntando al reportero Francisco Zúñiga, de Multimedios, y a otros picateclas los nombres com-ple-ti-tos de los empresarios que andaban en ese aquelarre.
Pero como no conocían a nadie también solicitaron que les indicaran visualmente santos y seña el “quién es quién”, lo que levantó harta sospecha entre más de uno. Luego hasta pidieron detalles sobre el vehículo, con todo y placas, en que viajaba el magnate regiomontano Alfonso Romo, quien fue uno de los chambelanes durante la conferencia del ex jefe capitalino.
Los guardaespaldas presidenciales que traía Andrés Manuel López Obrador se fueron de lleno contra los intrusos, esto minutos antes de que el tabaquero ofreciera una conferencia de prensa
Fue tan discreto y rápido el operativo del EMP que ninguno de los fotógrafos, camarógrafos y reporteros se dio cuenta de los hechos. Nadie sabe, nadie supo cuál era el atormentado interés de los paramilitares en saber los nombres de los empresarios presentes en el grillado encuentro del jerarca de la izquierda en México.
Ya en el evento, el ex dueño de Cigarrera la Moderna, Grupo Savia y Pastelerías Monterrey, entre otras compañías, se derritió en elogios para el “Pejelagarto”, minutos antes de que éste iniciara su discurso.
“Queremos que México sea un orgullo y no una pena como la estamos dando”, fueron las primeras palabras de Poncho Romo.
Tal vez en ese momento le zumbaron los oídos al suegro de Romo, con quien trae una broncotota por el reclamo de varios cientos de millones de billetes verdes, que andan desaparecidos en sus respectivas fortunas.
Y luego Mr. Romo exhibió el penoso retraso en materia de crecimiento y desarrollo en todos los rubros productivos en que se encuentra este país dentro del concierto de las naciones avanzadas. El hombre de negocios sostuvo que a los presidentes emanados del PAN “ ya les dimos oportunidad, 12 años de lo mismo. Pero ya no queremos más de lo mismo”, por eso ahora es el momento de apoyar con toda la fuerza a “ mi amigo” Andrés Manuel López Obrador, para que llegue a la presidencia en 2012.
Es el mismo Poncho Romo que en las últimas dos elecciones presidenciales le escupió en la cara a su hoy amigo “El Peje”; el mismo que orquestó campañas empresariales de descrédito vs. el tabasqueño.
Así son los grandes hombres de negocios, navegan con la convenenciera corriente, le apuestan a todos y, si es necesario, aplastan a quien ven como un enemigo en potencia, como lo fue en su tiempo López Obrador. Pero ahora, los dueños del $$$ hasta la aplauden rabiosamente y quieren estar cerca de “El Peje” para salir en la foto.
No vaya a ser que en el futuro (político) se les pueda ofrecer.
Con un retorcido colmillo, el ex gober de Tabasco expresó que los empresarios que pidieron su cabeza en el pasado y ahora lo elogian, pues son simples humanos y tienen derecho a corregir sus estupideces de años atrás.
Uupps.
Por cierto, antes de viajar a Washington en su precampaña rumbo a Los Pinos, el ex líder de los chilangos pidió elevar el nivel de cooperación con el gobierno de ¿la Casa Blanca?
“Yo lo que pienso es que tenemos que hacer una política exterior distinta y tiene que haber con Estados Unidos una política de cooperación para el desarrollo. Nos unen 3 mil kilómetros de frontera, hay millones de mexicanos trabajando en los Estados Unidos y tiene que haber una política de buena vecindad a partir de la cooperación y el desarrollo.
“Y no poniendo el acento en la cooperación militar, desde luego en el marco del respeto hacia nuestro país”.
Una postura un tanto conciliatoria para una izquierda que por lo regular está en contra de la economía más poderosa del mundo, cuyo nivel de intervencionismo en esta nación crece como la espuma.
grdzz@yahoo.com
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