Si serán, si serán… burros los del PRD. Negarle a AMLO el Zócalo para su cierre de campaña fue la última victimizada que necesitaba hacia el 1 de julio. Por cierto esta elección presidencial ya estaba definida cinco meses atrás, antes de empezar las campañas de los cinco que terminó en cuatro. Y disculpen mi lenguaje coloquial para concluir esta afirmación sustentada en encuestas de Hora Cero: el INE gastó a lo pendejo millones y millones de pesos en financiar a los candidatos. Dinero nuestro.
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Qué peligro sería que el INE tuviera en mente una jugada mañosa para cometer fraude con los casi 100 mil votos de mexicanos en el extranjero que, para dejar evidencia e inhibir cualquier tentación, están subiendo fotos y videos en el preciso momento que votan a favor de Andrés Manuel López Obrador.
En las elecciones de 2000 los electores que radicaban en Estados Unidos, sobre todo en los Estados de la franja fronteriza con México, cruzaron los puentes internacionales para votar y quitarle el poder al PRI tras 70 años de ejercerlo, y mayoritariamente apoyaron al panista Vicente Fox Quesada.
Dieciocho años después no solamente en Estados Unidos, sino en otros países, todo indica que López Obrador significa la esperanza para ellos de sepultar el 1 de julio próximo al PRI y al PAN juntos.
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Faltan veintitantos días para las elecciones y mi cerebro está intacto: sigo sin ver spots, debates, mesas de análisis, noticias y entrevistas a candidatos. Sólo me río con los meses que comparto a mis amigos en este espacio. Y estoy enterado a diario. No tengo dudas sobre qué tacharé en mis cinco boletas en Monterrey… y Dios dirá.
Los seleccionados del Tri pachagueros no tienen la excusa de que no la saben meter. El chiste se cuenta solo. Tiene derechos registrados.
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