Que en el congreso ranchero, hoy decidirán cuáles secretarios de estado (estado fallido) comparecerán a la glosa del segundo infame de El Chompiras, eso dijo “El Glafis”, un delicado diputero, que por cierto es el que cobra más en Vicky City. Se la vive más pechugona que todos los demás vividores del colegiado cuerudo. Salinitas gana más lana por dirigir a todos los falsos legisladores y por pasarles en calientito las órdenes del goberladrón.
BÁSCULA PA´ TOCHOS
No sean payasos señores dizque diputeros, para la glosa del infame de gobierno, que comparezcan todos, miren nada más como tienen a la entidad con este gobierno fallido. Se han robado 49 mil millones de pesos cada año, estamos hablando de casi un ciego de grandes costales. Y Tamaulipas desde Laredo a Tampico y de Mante a Matamoros, está del vil nabo, como para ponernos a chillar todos.
EL DE LAS MOCHILAS
Por ejemplo, que comparezcan los imbéciles que se embuchacaron 80 millones de pesos con lo de las mochilas que sobreparcharon para tapar el logo de Guanajuato. Y que les acompañe ante el congreso, precisamente el goberladrón Chompa De Res, porque nadie se roba un penique, si él no lo autoriza y si no se lleva la parte del león. La mejor raja es la suya, no se hagan patos, ni bueyes.
DIPUTADOS MEDIOCRES
Si el gobierno estatal es mediocre, lo ha sido en dos años ¿dónde dejan al congreso local? El mejor de los 36 inútiles, no vale un cacahuate. Analicen a cada uno de los que tenemos mamando como grandes. ¿Se acuerdan de un Glafiro Salinas, de un Carlos De Anda o de una Brenda Cárdenas? ¿Qué diablos han hecho? ¿Qué jodido beneficio le han allegado a Nuevo Laredo, al estado mismo? ¿Qué alguien nos recuerda una actuación de cada uno de estos tres y de los otros 33 buenos para nada? ¿Una propuesta buena, un punto de acuerdo que valga la pena, una ley que hayan conseguido estos 36 babilonios?
ME SACASTE UN SOCAVÓN
Eso de los socavones, en Nuevo Laredo deberían llamarse de otra manera, los de aquí están bien groseros, no es cualquier socavoncillo flatulento, es un señor Socavón, de esos que te sacan un Pedro enorme, un gas mayúsculo, tamaño caguama. Imaginen el caer en un hoyo negro de esos, como el de calle Anáhuac, entre Degollado y Leandro Valle. Si vas manejando tu cafetera con llantas, fácil y con la zurda a que se te caen ambas retinas, porque no es cualquier accidentillo rabón. Y el comedor, (la dentadura) esa, de cajón, la dejas ensartada en la manejera o en el tablero del carricoche.
LOS RICOS TAMBIÉN CHILLAN
Ahora tocó el trastorno en la colonia Madero, lo sufren las familias “Ricardas” del lugar, pasan las de Caín los Papis Chulos, cuando les toca el rol para llevar a los mocosos al “cole”. Y además todo el santo día están con el Jesús en la boca, porque sus engendritos del demonio vayan a salir de su jaula de oro y se los tragues ese tremendo joyo nejo.
EMPIEZA EL TERCER AÑO
No se equivoquen mi racita, este lunes pasado, no fue que empezó el primer año de gobierno, sino el tercero de este inche chango de pelos ralos e inquietos. El “angelito” ya lleva par de anualidades echando a perder y mamándose el erario. Porque si no fuera así, no tendríamos socavones groseros, tampoco baches desgraciados, nuestras calles estarían como glúteo de princesa, lisito, suave, muy deslizable. ¿Qué no los han palpado? Pobres de ustedes.
ENTREGA Y RECEPCIÓN
O sea, este bato entregó y se recibió el solito. Aunque de seguro que con la mano siniestra se robó lo que traía guardado en el bolsillo diestro. Volviendo al tema, no se les olvide que este tipito, no está en el mes número uno de su figurín, sino que ya empezó la mensualidad número 25. ¿Cómo que ya era hora de que a Nuevo Laredo se le viera algo, no? Digo si fueron 6 mil 290 millones de pesos de presupuesto en dos años. ¿Cuánto se evenfló el monito de cilindrero?
TIRANDO LA TOALLA
Después de unos días de descanso, (que los pasamos a troche y moche, corriendo de allá para acá, tratando de conocer lo más posible) ahora sí que necesitamos unos cuantos días de verdadero descanso. Andamos muy madreados, el martes reanudamos labores y creemos que allá como para el siguiente domingo, será cuando nos vendremos reponiendo.
CLAVANDO EL PICO
Traemos los chamorros como si fueran piedra bola de río. Las rodillas nos claquean y la poquita carne que tenemos en los muslos, la sentimos partida y ajada. Nos duele hasta el asterisco. ¿Pero y lo paseado? A ver quién jodido nos lo quita, manque ahorita a las 8:00 de la noche, ya andamos clavando el pico y dándole de frentazos al teclado.