En 2010 el comandante “Borolas” (Felipe Calderón Hinojosa) era presidente de México cuando las fuerzas armadas -en un operativo exitoso- mataron a Antonio “Tony Tormenta” Cárdenas Guillén en Matamoros, Tamaulipas, líder del Cártel del Gofo y hermano de Osiel.
Fue algo parecido al infierno de Culiacán la tarde-noche de este jueves 17 de octubre, donde las mismas fuerzas armadas del presidente y comandante supremo, Andrés Manuel López Obrador, arrestaron y después liberaron a Ovidio, el hijo del Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Cada quien saque sus propias conclusiones de dos hechos distintos en dos sexenios diferentes: el de Calderón Hinojosa tan cuestionado al cumplir su mandato y culpable del México violento que estamos padeciendo, y que no tiene para cuándo terminar. Y el de López Obrador que todavía no cumple su primer año.
En estas horas cuando se cuestiona y se critican las mentiras y el silencio oficial por los hechos de Culiacán; cuando un buen número de electores que votaron por el actual presidente se sienten, mínimo, avergonzados, y cuando la prensa internacional no deja títere sin cabeza entre los responsables del fallido operativo, quiero hacer mi aportación:
1.- Se quiso detener a Ovidio Guzmán para desviar la atención de los 13 policías acribillados en una emboscada en Michoacán días antes.
2.- Se quiso tender una cortina de humo por los hechos de Guerrero donde murieron 14 civiles armados y un soldado.
3.- Se quiso colgar la primera medallita a la polémica Guardia Nacional con un exitoso operativo que terminó en rotundo fracaso.
Ahora la pregunta que medio México se hace es: ¿cuánta vergüenza tendrá Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, para presentar su renuncia. Y otros que le mintieron a la Nación?
Si no hay una rápida sacudida en el gabinete federal se entenderá que hay valemadrismo oficial, ignorando la airada reacción de la opinión pública externada en todos los medios.
Y será la confirmación de que en Culiacán la 4T perdió las 4T’s de un solo bazucazo del crimen organizado.