Creo que en las redes sociales es muy fácil manipular a las masas. Es tan simple como contratar un grupo de diez adictos a ellas, obviamente pagados y con horario. Posteriormente cada uno inventa 10 cuentas falsas de Facebook y ahora si eligen a la víctima, ya sea persona, noticia u opinión que no esté de acuerdo a sus intereses.
Lo van a hacer garras y tiene sus instrucciones bien precisas. De tus 10 perfiles vas a dar 5 opiniones, muy nefastas, groseras, de ataque frontal, distorsionando, denostando, calumniando y difamando, al fin en la cómoda y cobarde obscuridad del anonimato se esconden estos tramposos parásitos, iguales quienes los contratan.
Otros 3 “opinan” en término medio, (no se dejan caer) pero si van en contra, incluso argumentando de manera torpe.
Los últimos dos hacen defensas frágiles, débiles que hagan parecer real el escenario, pues si todo fuera en contra sería muy evidente la maniobra de estos carroñero cibernéticos.
Lo que da como resultado 100 comentarios sembrados que dejan un pestilente guisado macabro que “orienta” o “alienta” y empuja a otros a destaparse de manera voluntaria (estos sí reales) pero incitados y muy inocentes que en la mayoría de los casos ni siquiera saben a quién le ladran, pero ladran.
Para los seguidores reales de la víctima es difícil atreverse a disentir o enfrentar a una sembrada y falsa horda de energúmenos con esa clase de alcances, sería como tirarse un clavado en un estanque de tiburones, dejando indefensos y destripados a sus objetivos.
Pero lo que no descubre el viento lo descubre el tiempo.
Estoy casi seguro que el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas, tiene ese encargo en contra de AMLO por la próxima visita a sus dominios.
Alguien le tiene que enseñar a este sujeto las encuestas, nada mas para que no se vaya a arrepentir.
Ya estamos conociendo a este carita de santo chapucero que parece que no rompe un plato, el alcalde de Nuevo Laredo, que si se mete a lo hondo, ojalá y sepa nadar.
Por lo pronto para después de el 2018 ya tiene ¡medio boleto!