1.- ¿Qué mosco le picó al presidente de México para mandar al carajo el dolor de las 26 familias que velaron a sus muertos por el colapso en la Línea 12 del Metro en la CDMX?
2.- ¿Por qué AMLO no fue a consolar a los deudos de esa tragedia, igual como lo hizo con la mamá del Chapo en Culiacán al bajarse de la Suburban para expresarle solidaridad y respeto?
3.- ¿Qué le pasaba por la cabeza a Andrés Manuel López Obrador cuando expresó “¡al carajo!”, ante una reportera que le preguntó sobre su ausencia en el derrumbe de los vagones del Metro?
4.- ¿A poco pensamos que sería diferente AMLO esta vez, pues durante la pandemia cuándo lo vimos consolar aunque fuera a una familia de los 220 mil muertos por Covid que van a la fecha?
5.- Un líder no es de los dientes para afuera. Un estadista es quien está con su pueblo en las buenas, pero mas en las malas. Que asume el dolor de los demás como propio. ¿O estoy equivocado?
6.- ¿Qué le hizo suponer a AMLO que si llegaba a un humilde hogar de Tláhuac a dar consuelo, -así como se baja sin prensa a comprar a un Oxxo en una carretera investido de presidente-, lo haría igual o peor a sus antecesores?
7.- ¿Qué peor tragedia que la pandemia y el derrumbe en la Línea 12 deberá pasar para olvidarnos de AMLO, y mejor esperar la venida del Papa, de Trudeau, de Biden o de Merkel para consolar a los mexicanos?
8.- ¿Cuándo hemos visto a AMLO acercarse a las madres de los desaparecidos y desaparecidas en su sexenio. Y prefiere mejor organizar un concierto el 10 de mayo dentro de Palacio Nacional?
9.- ¿Acaso debe entrar la tragedia por la puerta de su casa para ver a un político con sentimientos y corazón, que se vendió como humano en las elecciones de 2018?
10.- ¿Por qué nos equivocamos los que votamos por él? Que Dios nos perdone.