Hace unos días nos volvimos a enfrentar a ese reality show llamado democracia mexicana… al que muchos pensábamos ya se había superado después del pasado 1º de julio.
En una sola jornada legislativa de nuestros flamantes y austeros senadores desautorizaron y luego autorizaron (evento inédito, dicen los que saben) otorgar licencia al exgobernador de Chiapas, senador con licencia y ahora gobernador sustituto de sí mismo, léase, al ciudadano Manuel Velasco.
En una sesión paralela la Honorable Cámara de Diputados aceptaba, por mayoría, el cambio de grupo parlamentario de 5 (cinco) diputados del Partido Verde -no es por amarrar navajas, pero debemos decir que a este mismo partido pertenece el personaje del que hablamos en el párrafo anterior- se aceptaba, decíamos, el cambio de cinco diputados del Verde a MORENA…. ¿Suspicacia?, no creo. ¿Concertacesion?, jamás. ¿Democracia mexicana?, absolutamente.
Morenistas contra morenistas… o lo que es lo mismo… “la misma gata, pero revolcada”, pues no sabemos (o al menos yo no lo sé) hasta donde va llegar el argüende llamado Fernández Noroña y el fosilismo enmarcando en la “cuarta transformación” denominado Muñoz Ledo.
Tener un gobierno electo por la mayoría (53%) es una garantía irrefutable de legitimidad. Tener la mayoría en el congreso es más que aceptable para lograr que la dinámica política tenga un ritmo tal que se logren consensos y políticas justas. Pero tener la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión a la postre puede resultar en una amenaza a la ya de por sí cuestionando democracia mexicana.
Estamos ante un acontecimiento inédito. Y no lo menciono esto en cuanto que antes no existieron mayorías en los congresos nacionales (el PRI en sus años de Partido-Estado tenía esas mayorías, por más que hayan sido cuestionados sus procesos), lo inédito radica en que estas mayorías absolutas fueron (son) el resultado de, por un lado, el logro democrático de la mayoría relativa y, por otro, del cabildeo de los partidos políticos para alcanzar objetivos específicos, particularísimos y (no lo digo yo sino los expertos) beneficios mezquinos, como el que leímos en el párrafo anterior.
Esta pantomima llamada democracia mexicana nos obligará a poner mucha atención, como ciudadanos, a lo que nuestros queridos legisladores están haciendo y harán en los próximos 3 (tres) años para los diputados y siguientes 6 (seis) años, para nuestros senadores.
AMLO tiene un reto enorme… por aquello de la “revolución moral” que también está impulsando. Por un lado, hacer que sus más de 400 legisladores (sumo diputados y senadores) y los más de 100 servidores públicos electos (sean de MORENA o sus coaligados) entiendan y asuman como propio que “ya no habrá corrupción”… y que el dinero de las arcas se quedará ahí en las arcas y no en sus bolsillos.
Y, por otro lado, lograr que aun teniendo mayoría (y mayoría absoluta) no caigan ni él ni sus “correvolucionarios” en la tentación de convertir ese proyecto democrático, económico y moral en totalitarismo… insisto la tentación es enorme… y la historia de la humanidad toda… no miente… Lo hemos visto en el pasado (lejano con los luises en Francia… no tan lejano con las dictaduras en
Alemania, Japón, Italia, URSS, etc.) y recientemente con Chavez y Maduro (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua).
Caer en la pantomima será muy fácil… y los pasos que hasta el día de hoy (11 días después de la inauguración de la nueva legislatura) han dado parece que indican que van en camino equivocado… Y eso que aún no asume el poder el Presidente Electo (AMLO)…. Insisto caer en la pantomima podría ser muy tentador y sencillo.
De no hacerlo, López Obrador podrá pasar a la historia como quiere y busca pasar… como el gran artífice de “la cuarta transformación”, hacerlo lo convertirá en uno más de los tiranos nacionales dignos de unas cuantas calles y unas cuantas escuelas primarias o secundarias rurales… pero nada más.
Que “la austeridad republicana” sea realidad. Que “la revolución moral” se concrete en hechos. Que “la cuarta transformación” nos haga llegar al lugar que como país merecemos.
Nosotros, por lo pronto….
Seguiremos atentos.