A Adrián de la Garza le falló el “timing” para presentar el video donde Clara Luz Flores platicaba amenamente con el líder de la secta Keith Raniere, a quien siempre había negado conocer. Tuvo que haber sido el 24, pero no de marzo, sino de mayo, faltando dos semanas de las elecciones.
Ese jueves 24 Adrián, entonces candidato del PRI-PRD a la gubernatura de Nuevo León, disputaba el primer lugar de las preferencias con la aspirante de la alianza encabezada por MORENA. Lejos se asomaban Fernando Larrazabal (PAN) en tercer lugar, y Samuel García (MC) en cuarto.
¿Pero qué pasó en el búnker del priista días u horas antes de la proyección del video? ¿Quién le aconsejó que era momento de sacudirse a Clara Luz y mandarla al sótano en las encuestas, como así sucedió? Pero él quedó muy frágil como candidato puntero.
Quizá nunca sabremos la verdad. Como tampoco quién decidió que Adrián, siendo hombre, debía presentarlo, no alguien mas de sus colaboradores, de preferencia mujer. Porque iba a ser blanco de acusaciones de violencia de género, como así sucedió para defender a Clara Luz.
Habían pasado 18 días de campaña (del 6 al 24 de marzo) y las preferencias del electorado no habían cambiado: (1) Adrian, (2) Clara Luz, (3) Larrazabal y (4) Samuel. Y sin ese primer video de Clara Luz con Keith Raniere, las posiciones no hubieran sufrido alteraciones pronto.
Pero sucedió lo inesperado. Y lo sostengo porque así lo reflejó la siguiente medición privada que hizo Hora Cero Encuestas entre el 6 y 9 de abril: el brinco descomunal del candidato de Movimiento Ciudadano que se levantó del cuarto lugar para ubicarse no en tercer, tampoco en segundo, sino en primer lugar.
El error del video con Adrián picando el botón de “play”, cierto, tumbó a Clara Luz y nunca se levantó, pero al mismo tiempo abrió una amplio espacio que iban aprovechar Samuel o Larrazabal para colarse. Y fue Samuel quien capitalizó ese “regalo”.
La campaña naranja de 2021 era una copia casi exacta de la que Samuel hizo para ganar la fórmula del Senado en 2018. En los hogares de los electores los pequeños hijos preferían cantar el “¡arráaancate Samuel!” que las canciones de Bely y Beto. Un spot repetido una y millones de veces en Youtube.
En 2018 los panorámicos vendían el sueño a los neoloneses de sacar a la vieja política de Nuevo León. Igual mensaje de 2021. Y Rodrigo Medina era presentado por Samuel como el mismísimo chamuco, como lo hizo “El Bronco” seis años atrás. Y les funcionó a los dos.
Durante tres meses Samuel se tiró de la tercera cuerda contra Abel Guerra, Clara Luz, Paco Cienfuegos y Adrián, pero extrañamente no había spot ni panorámico dedicado a Larrazabal. Hasta que el candidato del PAN, tarde, dirigió sus obuses en contra del actual gobernador electo que, contraatacó llamándolo “Larryquesos”.
En otra contienda menos áspera Luis Donaldo Colosio, compañero de partido de Samuel sí, pero amigo de Agustín Basave -con quien comparte un proyecto presidencial para México sea en 2024 ó en 2030-, competía por la alcaldía de Monterrey contra Cienfuegos.
Juntos, Colosio y Basave como coordinador de campaña, vencieron a uno de los operadores con mayor astucia del PRI, pero que tuvo el desafortunado 6 de junio para enfrentarse al apellido de Luis Donaldo y sacaron una ventaja de 15.5, la segunda más amplia entre el primero y segundo lugar después del 16.8 de Margarita Arellanes (PAN) a Felipe Enriquez (PRI) de 2012.
Samuel, por su parte, obtuvo una ventaja de 8.8 puntos ante Adrián que, traducidos en votos, fue de 188 mil 756.
Mientras tanto y sin hacer mucho ruido, lejos del Palacio de Cantera que ocupará Samuel a partir del 4 de octubre, un candidato del PRI -el mismo partido sobre el cual el gobernador electo dirigió sus misiles durante toda la campaña, hizo lo que pocos hubieran podido imaginar.
César Garza Villarreal obtuvo una diferencia de 120 mil votos ante el segundo lugar. Sólo 68 mil menos de los que sacó Samuel a Adrián. Samuel con un listado nominal de 4 millones 189 mil electores a su alcance, y César con apenas 456 mil.
Con esos número no me imagino -bueno sí- quién o quiénes pudieran arrebatarle a César tomar la batuta de su partido y ser seguro candidato a senador en 2024.
Como tampoco creo que haya en el tricolor de Nuevo León -bueno sí- quién o quiénes se atrevan a querer desvielar esa locomotora de Apodaca para la sucesión de 2027.