Los resultados electorales del pasado domingo vienen a confirmar la creencia de que cuando prevalece el abstencionismo, el partido en el poder sale al final de la jornada comicial victorioso, y por ende, bajo esos supuestos el PRI no solo está vivo sino también actuante en virtud de que gobierna en 11 entidades.
Pero como Tamaulipas no está entre los Estados con un mandatario priísta, sus candidatos tendrán que convulsionar al electorado de tal forma que acudan a votar de un 55 a un 60% del padrón, un porcentaje que disuelve la estructura política del partido en el poder y que en ésta entidad es el PAN.
En síntesis, tienen los priístas de Tamaulipas motivos para el entusiasmo, aunque para afrontar a la máquina electoral del PAN ellos saben se requiere de abundantes billetes o el respaldo de un poderoso, mientras que los morenistas deberán tomar nota de lo que pasó sobre todo en Coahuila, en donde el vuelo de AMLO ayudó pero resultó insuficiente.
Es obvio no ignoran requieren de estructura y buenos candidatos, y por buenos se entiende que tengan mensaje atrayente, el control de su partido y habilidad para conseguir dinero, por lo pronto, tienen que esperar a que les elijan a su comité ejecutivo nacional y luego que les digan quién será su adalid en
Tamaulipas, afín de que los discipline pues sin orden y concierto les pasará lo que en Coahuila e Hidalgo.
Y en cuanto a la detención del general Cienfuegos, lo único cierto es que lo acusan de conspirar en actividades delincuenciales, por lo tanto, todavía no lo juzgan y por lo mismo todo son especulaciones. Así que mejor a esperar al desahogo de pruebas y ya se verá si tienen efectos por México.
Es miércoles de rompesemana y que la pasen bien, que en mi caso ayer adelanté el “break” y en medio de cuatitud se la pasa uno muy bien, así que disfruten la estancia en el centro de salud de su predilección.