El Covid-19 llega por donde menos nos imaginamos. Mucho se ha dicho de las formas sobre cómo una persona puede llegar a contagiarse de esta enfermedad, pero lo cierto es que es un enemigo invisible.
En esta ocasión hablé con Alejandro Pérez, un profesionista y jefe de familia que vivió en carne propia, junto con 17 familiares, este contagio.
En solo dos semanas, el virus llegó a su casa y lo contagió a él, a su esposa, a sus hijos, a hermanos y a nueras. Este virus no tiene compasión y no pierde oportunidad para incubarse donde sea para hacer daño.
Durante este año, me dijo Alejandro, han mantenido a raya las reuniones familiares.
Los hermanos sólo se han visto dos veces. En julio, para cuidar a su madre que enfrentaba una enfermedad crónica en el hospital, y la segunda vez, días después, lamentablemente, en el sepelio de su propia madre.
Este año no hubo otro contacto, otro encuentro familiar. De los 11 hermanos, 7 se turnaron para cuidar a su mamá durante la hospitalización, y esos mismos 7 dieron positivo, unos días después, al Covid-19.
Para el sepelio, me dijo Alejandro, ya todos presentaban síntomas de la enfermedad.
Una gran posibilidad es que el contagio haya ocurrido en el hospital público donde estuvo su madre, en Monterrey. Su madre ingresó al hospital con sospecha de covid, sin embargo, le hicieron dos pruebas y ambas salieron negativas.
Alejandro no puede asegurar con certeza que el contagio inició en el hospital, es imposible saberlo con exactitud, pero es la sospecha más viable. La hipótesis más fuerte apunta al hospital, pues se contagiaron sólo los que estuvieron cuidando a su mamá.
Durante un mes, de los 18, solo su esposa requirió hospitalización. Ingresó en estado grave, con pronóstico poco favorable, pues presentaba neumonía y estuvo a punto de ser intubada.
Milagrosamente, me dijo la señora Marilú, horas antes de su intubación, su cuerpo tuvo una sorpresiva recuperación y ya no se necesitó el procedimiento.
Hoy, todos los integrantes de la familia que dieron potivo a este virus están a salvo y Alejandro decidió ser donador de plasma para ayudar a salvar más vidas.
@bernardolatorrev