Cd. de México.-
Un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Aguascalientes (ITA) realizan estudios para buscar una solución tecnológica que elimine el flúor del agua que llega a los hogares de la entidad.
El jefe del departamento de la División de Estudios de Posgrado del ITA, Rigoberto Tovar Gómez, mencionó que Aguascalientes, Jalisco, Zacatecas y Durango son estados con un problema de flúor, lo cual se puede ver en los dientes manchados de los habitantes.
El instituto firmó un convenio con la Comisión Ciudadana de Agua potable y Alcantarillado del Municipio de Aguascalientes (CCAPAMA), para solucionar este problema que afecta a la población de bajos recursos, pues tienen que ingerir el agua de la llave.
“Hay una variedad muy grande de métodos, nosotros utilizamos el método de absorbentes, fibras de carbón”, explicó Tovar Gómez en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Comenzamos muy bien, se hicieron estudios, pero el punto se quedó en que ellos decían: ‘O me ponen un megafiltro afuera de un pozo, o me dan un filtro de los que venden comerciales para darle uno a las familias’”, agregó.
El especialista explicó que el filtro seleccionado es un carbón de hueso de vaca que se puede adquirir de manera comercial, pero se le debe dar un acondicionamiento y tratamiento químico para que adquiera una mayor capacidad de remoción del flúor.
Después se realizó un estudio para determinar cuánto costaría el filtrado del agua, estimándose que tratar el líquido tendría un costo aproximado de un peso por litro.
Tovar Gómez mencionó que la normatividad establece que el agua para consumo humano debe tener un límite de 1.5 partes de flúor por millón para ser permisiva para el consumo humano.
“Al inicio, cuando pasa por el filtro se ha logrado que salga en cero, pues el carbón está al 100 por ciento, pero después de cierto tiempo el carbón ya no puede detener todo el flúor, va dejando pasar poco y van saliendo 0.1, 0.2, 0.3 partes por millón, y así, sucesivamente, vamos tomando muestras de la salida hasta llegar a 1.5 partes por millón”, explicó el investigador.
El equipo de expertos sigue con la realización de experimentos respecto al tratamiento químico para que los filtros tengan mayor durabilidad y capacidad de absorción.
Además, para que su reemplazo sea más prolongado y no se desechen cuando el agua arroje más de 1.5 partes por millón de flúor, sino que se añadirá un filtro adicional para que entre ambos hagan las funciones de limpieza del agua y así optimizar el proceso.
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