Monterrey, N.L.-
Una década después de su instalación , el mural ¿De dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos? del artista Gerardo Cantú, se montará nuevamente en Paseo Santa Lucía.
Debido a daños que sufrieron los mosaicos, que demeritan la estética de la obra original, se repondrá con otro mural en el que Cantú ya está trabajando.
Ricardo Marcos, presidente de CONARTE aclaró ayer que no se trata de una restauración, sino de una reconstrucción total de esta creación que ha sido vista por todos los que han visitado Paseo Santa Lucía a pie o en las embarcaciones que hacen el recorrido diariamente.
“Este mural que se fue cayendo a pedazos, era pertinente el poder dejar las cosas como se merecen. Además haciendo honor a un gran maestro quien por muchos años ha estado trabajando en nuestra ciudad, y no sólo como artista y como un impulsor de la cultura.
“No es una restauración, porque en este caso es tirar la anterior, y volver a realizar otro trabajo, pero ahora si es un trabajo minucioso, pieza por pieza, es un trabajo que el maestro Gerardo nos ha compartido en algunas visitas a su estudio“, destacó Marcos.
Refirió que para la inversión se hizo una sinergia en la que CONARTE aportará el 50 por ciento de los recursos, el Parque Fundidora un 37.5 por ciento y el resto, la Iniciativa Privada.
Cantú por su parte, indicó que ya tiene tres meses trabajando en su taller, porque quiere terminar lo más pronto posible.
“Cuando se inauguró el Forum Universal de las Culturas 2007, vimos algunos como como pasaba la gente y nos iba dando la mano; nos sentíamos felices de que la pintura no estuviera exclusivamente en galería, sino que estuviera en los parques, que estuviera en lugares como estos.
“En donde la gente tuviera la oportunidad, especialmente la gente joven y los niños, de ver cómo se realiza una obra de arte, por eso cuando hubo la necesidad de realizar nuevamente esta obra, la empezamos hacer desde hace como tres meses y la primera parte ya está realizada”, expresó el maestro Cantú.
Dijo que en esta ocasión trabajará con materiales como vidrios europeos, de colores que tienen una gran fuerza.
“Compramos una serie de mosaicos pequeños que los hacían desde las épocas más remotas, que utilizaban los bizantinos y románicos y creo que, los fabrican en Cuernavaca pero es una empresa de regiomontanos.
“Como pintor, es un motivo de regocijo, realizar este tipo de obras, porque el mosaico en sí, tiene una fuerza de color muy intensa”, afirmó el artista.
Para la realización de la obra, cada pieza de 25 metros cuadrados del tríptico, se divide en pequeños cuadrantes para facilitar el manejo de estos al momento de su instalación.