Reynosa, Tam.- Juan Vázquez Cruz, de tan sólo 23 años de edad, encontró trágica muerte cuando manejaba a excesiva velocidad por el boulevard Luis Donaldo Colosio y cayó al canal Anzaldúas, ayer por la tarde cuando el reloj marcaba las 18:00 horas.
Pero Vázquez no sólo se excedía al pisar el acelerador de su auto Taurus modelo 2002 color gris cuatro puertas, horas antes, de acuerdo con las primeras versiones de los investigadores, habría ingerido esas bebidas que alegran, que embriagan y que frecuente hacen perder el conocimiento o no medir las consecuencias de los actos.
Pero además de esa fatal combinación otro factor se agregó, el pavimento encharcado.
De acuerdo con las evidencias alrededor de la historia de Juan, ayer iba como alma que lleva el diablo en su auto por un tramo recto del boulevard, de poniente a oriente, cuando para esquivar una zona encharcada dio un volantazo, pero al abrirse de más perdió el control de la unidad automotriz.
Pero ya no había vuelta para atrás, a la velocidad que iba y en el estado que se encontraba, su vehículo trepó al camellón y con la inercia que llevaba dio varias volteretas para enseguida caer irremediablemente al canal Anzaldúas con las llantas hacia arriba.
En aquel peligroso viaje de la colisión, se establece que Juan Vázquez Cruz salió proyectado por el parabrisas del auto y cayó al canal que tiene una profundidad, en esa zona, de unos cuatro metros.
El joven conductor pudo haber muerto por los golpes que sufrió en la volcadura, pero no se descarta que haya perecido ahogado, luego de haber caído mal herido.
El joven conductor encontró así la muerte en el canal referido, adelante del puente El Sifón, por el rumbo de la colonia Nuevo Amanecer.
Justo cuando los rescatistas sacaban el cadáver del infortunado hombre, un joven que dijo ser hijastro de la víctima se aceró al sitio, y al ver a la pareja de su madre se derrumbó y se alejó del sitio para darle la trágica noticia a su progenitora.
El hoy occiso, cuyo cuerpo fue sacado de las agua del canal por rescatistas vivía en la Calle 13 número 219 de la colonia Unidad Obrera. Fue identificado mediante su credencial del INE.
En el lugar de la tragedia se congregó un grupo numeroso de morbosos que se arremolinaban para ver el cadáver del infortunado hombre. (Francisco Hernández)
Discussion about this post