Reynosa, Tam.- Con el alma destrozada, hundidos en la tristeza junto con familiares y amigos, los padres de los tres menores de edad que murieron calcinados el martes pasado les dieron el último adiós en el panteón Valle de la Paz.
Los tres hermanitos perecieron dentro de su casa de madera, la cual se incendió por un corto circuito, mientras sus padres se encontraban trabajando.
El entierro de Armando, quien tenía 16 años, así como Brian de 6 y Diego Medellín Martínez de 3, fue ayer a las 11:00 horas en el camposanto ubicado en el bulevar Hidalgo.
Isidro Medellín Martínez y su esposa Georgia Martínez Rendón, estaban devastados ante la pérdida trágica de sus tres pequeños, pero rodeados de familiares y amigos que les manifestaron solidaridad.
Luego de que un acto luctuoso donde se expresaron palabras de aliento a los padres y donde los presentes hicieron votos por su resignación. Los presentes soltaron globos blancos que se elevaron en memoria de las almas que partieron al cielo.
Dos féretros color blanco contenías los restos de los hermanitos, que vivían en la calle Laredo 1 de la colonia Obrera.
La tragedia ocurrió la mañana del martes pasado, cuando los tres hermanos, el mayor con discapacidad, perdieron la vida la mañana del martes pasado cuando se encontraban en el interior de su recámara y su casa ardía a consecuencia del corto circuito.
La propagación del fuego fue tan rápida que, presuntamente mientras dormían, fueron abrazados por el fuego.
Aquel fatídico día, Georgia Martínez Rendón, de 40 años, madre de los niños andaba cerca del barrio trabajando, entregando tortillas, mientras Isidro Medellín Martínez s encontraba trabajando en la construcción, con su cuñado José Cruz Martínez.
Ayer, la tristeza embargaba a todos los presentes en el panteón, sobre todo cuando los ataúdes ya iban a ser depositados en la fosa.
Los padres de familia se acercaron a las cajas fúnebres, clavando sus miradas en fotografías en vida de sus pequeños retoños, para recordarlos tal y como eran.
Los padres se despidieron así de sus retoños y posteriormente sus restos fueron despidos por todos los asistentes.
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