Reynosa, Tamps. / Abril 17.-
Reynosa, Tamps., 17 Abr. (Notimex).- Cientos de católicos de esta frontera acuden a las Iglesias de la localidad para llevar a bendecir “los ramos” de palma, acción con la que se inicia de manera formal la Semana Santa.
La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el primer cuadro de la ciudad, es una de las más visitadas por feligreses de diferentes sectores de la localidad, así como por algunos ciudadanos que viven en el valle de Texas.
A las afueras de los templos se encuentran los vendedores de la “cruces de palma”, que van desde los 25 hasta los 50 pesos.
El párroco Hilario del Pozo Noyola señaló que esta mañana se realizó una peregrinación juvenil, en donde se reconoció y ofreció por la paz de esta localidad y de aquellos sitios que se han visto afectados por diversos hechos delictivos.
“Es un momento muy oportuno, en donde la fe nos debe de unir y sentirnos solidarios para buscar la paz”, dijo.
Invitó a los feligreses a recapacitar y reaccionar al mensaje que Cristo dejó a su pueblo, así como pedir por el retorno de la Paz y la tranquilidad a esta localidad y los municipios de la entidad que se han visto afectados por diversos hechos violentos.
“Es la semana más grande que tenemos los católicos en el ciclo litúrgico, la celebración del misterio pascual de Cristo, su muerte y su resurrección es la celebración que se vive con mayor intensidad”, dijo.
El padre invitó a los católicos a vivir de manera personal y comunitaria el misterio pascual de Cristo, y pidió que “así como Cristo murió por nosotros también hagamos lo mismo con el pecado y así como Cristo resucito, resucitemos a una vida nueva”.
Señaló que la semana Santa no está peleada con el descanso y las vacaciones, pero agregó que los católicos deben organizar las vacaciones en torno a las celebraciones de la semana mayor.
“Para nosotros estos días son santos y tenemos que buscar momentos para participar en la celebración de la Institución de la Eucaristía, es importante no olvidar que las vacaciones son para el cuerpo, más no para el espíritu”, concluyó.
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