Ciudad de México.-
Este miércoles se registraron dos intentos de linchamiento en Tlaxiaco, Oaxaca, y en Buenavista del Monte, Morelos, ello como consecuencia del hartazgo ciudadano hacia la delincuencia y la inacción policial.
En Tlaxiaco, pobladores retuvieron a dos presuntos ladrones, señalados por haberle arrebatado un celular a un menor de edad, en un local del centro de esa población, ubicada en la región Mixteca del estado.
La turba enardecida arremetió contra los sujetos; a golpes los sometieron para después desnudarlos y atarlos con una cuerda al cuello, después los obligaron a caminar por las calles principales del pueblo. Mientras la madre del menor exigió una indemnización de cinco mil pesos por la reparación del daño.
Elementos policiacos intentaron intervenir en un primer momento, sin embargo, unos 200 comerciantes y ciudadanos, se unieron a la exigencia de justicia y poncharon los neumáticos de la patrulla en la que los uniformados pretendían trasladar a los inculpados.
Testigos de los hechos narraron que entre la multitud se infiltraron policías vestidos de civiles, quienes detonaron una bomba de gas lacrimógeno para poder rescatar a uno de los hombres que estaban en medio de los pobladores y llevárselo en un vehículo oficial, lo que enardeció a los inconformes.
Tras lo sucedido, algunos habitantes de la comunidad acudieron a la estación de radio local a denunciar a los agentes por el violento rescate.
El segundo sujeto fue identificado como Luis H., de 24 años de edad, originario de Veracruz; se trata de un soldador que llegó a Tlaxiaco hace un mes para trabajar.
El joven, desnudo y con heridas visibles, fue atado del cuello, mientras los inconformes decidían quemarlo o no, como escarmiento y ejemplo a quienes cometan actos similares.
En tanto, habitantes de Buenavista del Monte, limítrofe con el Estado de México, detuvieron, golpearon y retuvieron en la cárcel local a cuatro sujetos que presuntamente robaban aguacates en huertas del poblado. Por varias ocasiones la muchedumbre gritó amenazas de linchamiento contra los detenidos.
El grupo de iracundos habitantes rodeó la ayudantía municipal para impedir la huida de los presuntos ladrones de aguacates, hasta que alrededor de las 22:00 horas los entregaron a la policía municipal.
El hecho se registró aproximadamente a las 17:30 horas y de acuerdo con testigos eran ocho hombres quienes fueron sorprendidos robando aguacates, por lo que los vecinos dieron la voz de alerta y se inició una persecución.
Cuatro de ellos lograron darse a la fuga en una camioneta, pero sus compañeros fueron alcanzados y sometidos a golpes; los amarraron y los encerraron en la ayudantía del poblado que hace las veces de cárcel municipal. Alrededor de 150 personas se rehusaron a entregar a los sujetos, a pesar de que al lugar llegaron dos patrullas.
Unas cinco horas más tarde los pobladores, en su mayoría productores del aguacate, accedieron a entregarlos a las autoridades competentes. Varios de los afectados expusieron hartazgo sobre la situación porque aseguran que al día se roban hasta tonelada y media de su producto, además que al ser una zona boscosa, con mala recepción de comunicación vía telefónica y celular, la policía no hace rondines por el lugar a pesar de que dijeron ser blanco constante de este tipo de robos desde años atrás.
Finalmente los presuntos ladrones, que dijeron ser vecinos de Santa María Ahuacatitlán y la Lagunilla, dos de las colonias de mayor peligro en Cuernavaca, fueron entregados a la policía bajo la condición de proceder en su contra; los hombres salieron de la ayudantía amarrados de las manos y con costales en la cara.
Un auto compacto con placas PYA 204 del estado de Morelos fue asegurado en el lugar, presuntamente propiedad de los señalados, asimismo, la policía se llevó varios costales como evidencia con los detenidos.
El enojo de los habitantes estriba en que la producción de aguacate significa su sustento económico, pero además en marzo pasado un incendio forestal devastó huertas y dejó sin patrimonio a decenas de productores. Muchos de ellos acudieron con autoridades estatales y municipales para pedir apoyo económico.