Cd. de México.-
Médicos, trabajadores sociales, docentes y voluntarios de todo el país, acordaron fomentar las actividades que lleven felicidad no sólo a niños y niñas enfermas, sino a los adultos que se atienden en hospitales.
Con la iniciativa “Doctor Payaso”, hombres y mujeres se reunieron en la Ciudad de México durante el segundo Congreso Nacional Felicidad Payaso, para fortalecer las tareas de personas dedicadas a esa labor que va más allá de la risa, a través del juego en sus visitas a hospitales para atender las necesidades psicosociales de quienes ahí son atendidos.
“El Doctor Payaso usa una metodología especialmente diseñada, la cual pide permiso al niño o la niña para entrar en su espacio, improvisa cada juego con base en sus necesidades y hasta se mete en problemas ridículos para que el niño ¡lo rescate! Esto es más que sólo divertir al niño, ya que le devuelve una sensación de control y confianza, empoderándolo para enfrentar su situación”, se destacó en el congreso.
Jesús Arriaga, director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), preguntó a los más de mil asistentes:
“¿Por qué los médicos debemos preocuparnos por la felicidad? Si el consenso de ustedes es que debiera ser un insumo en la prestación de los servicios médicos, entonces tenemos un problema, porque no está en el cuadro básico”.
Señaló que muchas cosas en la práctica médica se consideran importantes, pero varias son invisibles en la práctica diaria, lo cual debe llevar a la reflexión, pues por ejemplo, cuando se ponen la bata blanca ocultan al ser humano, así como las cosas en las que creen y aprecian, como el juego y la felicidad, lo cual no debe ser así, por lo que debe haber una mayor conexión con el paciente y un mejor trato.
Resaltó al respecto la importancia del programa Ser IMSS, con el que se pretende dar un nuevo rostro al Instituto, que comprende a los trabajadores, médicos, enfermeras, personal de seguridad y todo aquel que tenga trato con el paciente, con la finalidad de mejorar las relaciones y el buen trato. Dar un servicio con calidad y calidez.
“Hablar de la dimensión del reto es abrumador, pues cambiar a 460 mil empleados para que atiendan a 70 millones de derechohabientes, no es fácil, pero sí debemos creer que lo podemos hacer. Tal vez nos tardemos, pero lo vamos a hacer”.
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