Cd. de México.-
Un paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) vivió “la otra cara de la moneda”, pues en días pasados logró salvarle la vida a un menor en el Centro Histórico de la ciudad, pero este jueves vio fallecer a un bebé en la estación Hidalgo de la Línea 3 del Metro.
Al ver que su hijo de seis meses de edad tenía complicaciones para respirar, una mujer de 20 años pidió ayuda a elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), asignados a la vigilancia del Sistema de Transporte Colectivo (STC).
Alarmada, la joven explicó a los uniformados que su pequeño no mostraba signos vitales.
Sin perder tiempo, los agentes solicitaron apoyo médico y unos minutos después llegó Bronson Gabriel Chávez, a bordo de la unidad DF-15M.
El paramédico de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina intentó reanimar al menor, hizo todo lo posible para que respirara, pero sólo pudo certificar el deceso. El diagnostico fue muerte súbita cardiaca.
El 8 de junio pasado, Bronson le salvó la vida a una niña de 11 meses que presentaba complicaciones para respirar.
La menor, que sufrió un broncoespasmo severo, recibió la atención médica en 5 de Mayo e Isabel la Católica, en el Centro Histórico.
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