México, D.F.-
Si Estados Unidos no adopta el fallo y elimina las reglas proteccionistas impuestas para el etiquetado de carne, que van en detrimento del precio de las cabezas de ganado mexicanas y canadienses, los gobiernos de ambos países pedirán autorización a la Organización Mundial de Comercio (OMC) para imponerle represalias comerciales, lo que sucedería en 2015, aseguraron ambos países través de un comunicado que se emitió de forma conjunta este lunes.
Los gobiernos de los países afectados pidieron al gobierno de Barack Obama que modifique “con urgencia” su legislación y restablezca un mercado norteamericano integrado para el ganado bovino y porcino.
De imponerse sanciones el próximo año, México reclamaría un daño por 563 millones de dólares, que es la cantidad que dejaron de ganar los ganaderos mexicanos en 2013 porque la carne de becerro nacido en territorio nacional perdió valor por las reglas de etiquetado estadounidenses, según explicó la Secretaría de Economía.
La dependencia explicó que los becerros que exportan los ganaderos del país pierden entre 30 y 80 dólares de valor al comercializarse en EU, así que las pérdidas del año pasado se monetarizaron considerando que las exportaciones mexicanas en 2013 fueron por 1.2 millones de cabezas.
Este lunes se dio a conocer públicamente el informe final sobre la apelación que presentaron México y Canadá contra Estados Unidos porque este último país insiste en mantener medidas discriminatorias, a pesar de que desde noviembre de 2011 el organismo internacional dio la razón a los dos países demandantes y pidió a las autoridades estadounidenses alinear sus políticas a las reglas internacionales, afirmaron en el comunicado los gobiernos de los dos países afectados.
“La resolución confirma el incumplimiento de Estados Unidos y le pide corregir la discriminación que crearon las reglas”, aunque la OMC salvaguarda el derecho de los consumidores estadounidense de conocer el origen de la carne, explicó el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, Oswaldo Cházaro Montalvo.
Sin embargo, aunque ya se dio a conocer el fallo de la apelación que presentaron México y Canadá por el incumplimiento de Estados Unidos, el gobierno estadounidense todavía contará con 90 días para solicitar que se vuelva a analizar la resolución, pero ya en varias ocasiones la OMC ha dicho que México y Canadá son los que tienen la razón.
Así que si Estados Unidos sigue con la decisión de no cambiar sus reglas de etiquetado de carne, se pedirá a la OMC autorización para imponerle represalias comerciales -es decir, aranceles-a productos estadounidenses que se exporten a México o a Canadá.
Si bien la instancia multilateral afirmó que las reglas de etiquetado de carne estadounidenses no se adecuaron bien a las reglas internacionales, afirmó que Estados Unidos está en su derecho de dar a conocer a sus consumidores el origen de la carne.
El pleito comercial ante la OMC comenzó en diciembre del 2008 cuando Canadá y México se quejaron de que las etiquetas que se ponían a la carne que se comercializaba en los anaqueles de Estados Unidos discriminaban a la carne que no era de EU, lo que restaba valor a la carne de los becerros de otros países, incluidos los socios comerciales del país del norte.
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