México, D.F. / Enero 3.-
En los últimos dos meses, agentes de Estados Unidos incrementaron su presencia en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para supervisar de manera directa el paso de extranjeros por territorio mexicano.
El perfil de la mayoría de estos funcionarios es latino. Dominicanos, cubanos y mexicano-estadounidenses fueron asignados vía la embajada de Estados Unidos a aeropuertos del país, en donde imponen los filtros que se deben aplicar para llevar un control férreo de los pasajeros que arriban al país del extranjero.
Entre sus atribuciones está la de dictar una serie de medidas al personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y otras instancias gubernamentales, para manejar el ingreso de viajeros provenientes de otras regiones del mundo.
De acuerdo con información incluida en oficios a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los enviados de Estados Unidos operan desde octubre pasado en aeropuertos nacionales como parte del Programa Conjunto de Seguridad de Viajeros en México con la coordinación de Víctor Manuel Guerra Enríquez, subdelegado Regional del Distrito Federal en el AICM dentro de la Iniciativa Mérida.
Agentes del INM entrevistados confirmaron que en los primeros días de diciembre, fueron informados por Guerra Enríquez de que el programa se aplicará hasta marzo próximo, con la posibilidad de que se mantenga de manera indefinida.
En sus testimonios, personal del INM comentó que el funcionario adelantó que el operativo formaba parte de un programa piloto en México que en Estados Unidos es conocido como (Trusted Traveler Programs). Esta acción se extiende al aeropuerto de Cancún y a terminales aéreas de otras ciudades del país.
Los trabajos serán supervisados por Matthew Suárez, jefe de grupo del US Customs Border Protection (CBP), estadounidense. El equipo de Suárez lo integran José Rivera, José Blanco, Ana Cambiazo y recientemente se incorporó Gustavo Adolfo Beltre, y dos funcionarios más, quienes visten regularmente con ropa sport o formal, siempre con sus identificaciones entre las ropas.
Son agentes del CBP, quienes portan un gafete del INM, pero con la leyenda “Embajada de Estados Unidos”.
El CBP es una de la media docena de oficinas provenientes de Estados Unidos que forman parte de distintos programas para el control de la migración por México.
Otros agentes provienen del Transportation Security Administration (TSA); Federal Aviation Administration (FAA); US Immigration and Customs Enforcement (ICE), entre las principales agencias de seguridad de Estados Unidos.
Tras el protocolo diplomático, los representantes estadounidenses entregan una copia de su credencial, para recibir a cambio, alguna de una dependencia de México, como la Segretaría de Agricultura o de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Como ejemplo está Ronald J. García, oficial asignado por el ICE para participar en un programa de repatriación de mexicanos que se prolongó por cuatro meses.
Guerra Enríquez asignó a Jesús Orlando Poncelis Cardoso y Amando López Hernández, subdelegados operativos del INM al programa conjunto con el CBP.
Ambos, estuvieron hace unos meses en EU, para asistir a un curso sobre seguridad e inteligencia migratoria, impartido por expertos del CBP, y al que no acceden los agentes del INM, según el testimonio de funcionarios de la institución.
A su regreso, a ambos funcionarios se les asignaron oficinas que antes ocupaba personal del área operativa, como de estadística, para que elaboren reportes levantados en terminales aéreas mexicanas y que son entregados al CBP.
El personal del INM comentó que en los últimos 10 días se han realizado al menos tres reuniones, para finar los esquemas de seguridad y vigilancia.
Los agentes del CBP fijan su interés en los vuelos procedentes de Europa, Centro y Sudamérica, cuyos pasajeros son observados bajo una “inspección a distancia”, se constató.
Rechazan a iraquíes
Personal del INM narró que hace unas semanas, arribó una familia de iraquíes nacionalizados en Bélgica, y que sólo por ese hecho fueron interrogados por los agentes estadounidenses, aunque acompañados por agentes mexicanos del Instituto Nacional de Migración.
Pese a que sus papeles estaban en regla, señalan los testimonios, los representantes del CBP preguntaron sobre desde cuándo adquirieron la nacionalidad belga, para qué, cuánto tiempo estarían en México, dónde se hospedarían, cuántos sellos tiene tu pasaporte y las razones por las que viajaron al país.
Pese al extenso interrogatorio, los agentes del CBP finalmente negaron el ingreso a México de la familia de origen iraquí.
Desde marzo de 2002, los gobiernos de México y Estados Unidos plasmaron en 22 puntos un compromiso de asociación en materia de seguridad fronteriza para evitar el ingreso de terroristas a la región. De acuerdo con la información obtenida por este diario, el despliegue de los agentes del CBP se coordina con los dos turnos que aplican de manera regular los agentes del INM.
Es el personal mexicano de migración, el que en la mayoría de los casos hacen interrogatorios a pasajeros con la vigilancia de los funcionarios estadounidenses, quienes les indican quiénes son sospechosos o no.
En sus testimonios, los agentes del INM comentaron que el CBP es ajeno a cualquier curso relacionado con el Centro de Capacitación Migratoria (Cecam), ya que sólo aplican su criterio de revisión, ya establecido en todas las terminales aéreas que operan en la Unión Americana.
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