Cd. de México.-
Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) regresaron a la Ciudad de México de la que fueron desalojados el sábado pasado. Marcharon en medio de un cerco policiaco que en todo momento controló la ruta que siguieron los manifestantes. Al concluir la marcha, los docentes instalaron una vez más un plantón en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación para presionar al gobierno al diálogo sobre la reforma educativa.
El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dijo que no caerán en sus chantajes.
La cifra oficial de participantes en la movilización fue de cuatro mil profesores de Michoacán, Oaxaca, Ciudad de México, Chiapas y el Estado de México, según la Secretaría de Seguridad Pública capitalina; monitores de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México estimaron 10 mil y el dirigente de la Sección 22, Rubén Núñez, dijo que eran 30 mil.
A pesar de esta discrepancia de cifras, la movilización fue más reducida que en otros años en los que la CNTE presumía de su fuerza y poder de convocatoria, como en 2013, cuando se reportaba de forma oficial la presencia de hasta 21 mil personas durante las marchas y el plantón en el Zócalo; en ese espacio, las autoridades capitalinas registraron en ese año hasta ocho mil docentes.
Este miércoles, la movilización inició con un caos vial de cinco horas en la autopista México-Toluca y en la carretera libre, puesto que la Policía Federal negó el acceso a los autobuses en los que viajaban los maestros procedentes de Michoacán y fue necesaria la negociación para permitirles el acceso a la capital del país.
Por la tarde, el contingente marchó al Senado para entregar un pliego petitorio. Posteriormente se dirigieron a la Secretaría de Gobernación, donde las autoridades mantuvieron su decisión de no dialogar.