México, D.F. / Septiembre 18.-
La relación México-China resultó afectada por la reunión entre el presidente Felipe Calderón y el Dalai Lama. No se puede minimizar el impacto, pues habrá consecuencias, existe el riesgo de que los representantes chinos voten contra el gobierno mexicano en los organismos internacionales para expresar su enojo por lo que consideran una intervención a sus asuntos internos, “ellos no olvidan”.
Eugenio Anguiano Roch, experto en esta relación bilateral y quien fuera embajador de México en China durante ocho años (en los periodos 1972-1975 y 1982-1987), en entrevista expuso así las repercusiones que pueden derivar del encuentro del mandatario mexicano y el líder religioso tibetano, realizado el 9 de septiembre pasado.
El ex embajador explicó que frente a este incidente diplomático el gobierno federal de México debe dejar clara su postura sobre la importancia que otorga a la relación política, económica y cultural con esa nación y sus autoridades, o mostrarse afín con causas como la del Tíbet y los derechos humanos en ese territorio, ya que el país asiático no tolerará ambigüedades.
Luego del encuentro entre Calderón y el Dalai Lama, el vocero de la cancillería China, Ma Zhaoxu, emitió un mensaje en el que dio a conocer el “fuerte descontento” que provocó que el gobierno mexicano haya incumplido su compromiso de no recibir al Premio Nobel de la Paz, a quien las autoridades chinas consideran un separatista.
Acusó que este acto representa una grosera intervención en los asuntos internos de China, hiere el sentimiento de su pueblo y daña las relaciones bilaterales. Así expresó su fuerte descontento por la reunión.
Al respecto, el embajador Anguiano Roch dijo que el incidente podría no tener consecuencias inmediatas “pero sí afecta la relación bilateral, no se engañen, la diplomacia China siempre lleva cuenta de todo”.
El también profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas dijo que las autoridades mexicanas deben recordar el respaldo que ha dado China a México, en reciprocidad por el apoyo recibido en Naciones Unidas en la década de los 70 y por el que hasta la fecha en ese país siguen rindiendo tributo al ex presidente Luis Echeverría. De igual manera recordarán este episodio “cuando les dan golpes se los guardan, eso va a tener repercusiones a la larga”.
Afirmó que “ya veremos cuando México presente una candidatura en alguno de los organismos internacionales, a ver si China le va a dar un voto, lo vamos a ver pronto”.
Consideró que el encuentro de Calderón y el Dalai Lama es un síntoma de desinterés del país en la relación, creyendo que podrían recibirlo como lo hizo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “creyendo que no pasa nada. No, cuidado, el gobierno chino no olvida. Es un gobierno y una Cancillería que tiene memoria”.
Anguiano Roch agregó que Calderón no puede olvidar que cuando México estableció relaciones con China, en el documento que se firmó en Nueva York en febrero de 1972, entre Alfonso García Robles y el representante chino en la ONU, se acordó que las relaciones se iban a basar en los cinco principios de coexistencia pacífica, uno de ellos es no meterse en los asuntos internos del otro.
Destacó que para el gobierno chino el encuentro con Calderón y el Dalai Lama sí es una intervención de los asuntos del Tíbet, porque este líder tiene un gobierno en el exilio y viaja de manera constante haciendo proselitismo a su causa, “y Beijing no está de acuerdo en que ningún gobierno lo reciba pues para ellos es un opositor del gobierno”.
Reiteró que México debe pensar bien y establecer qué tipo de relación quiere con China: “Si vamos a defender al Premio Nobel de la Paz que tienen en la cárcel, a los tibetanos, a los abogados de los obreros que acaban de encarcelar, si de eso se trata bien, pero si queremos una relación pragmática de Estado a Estado ésta no es la vía”.
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