México, D.F. / Septiembre 20.-
Gesto rígido, casquete corto, físico imponente… Reglas claras. Alfredo Tena no pierde el tiempo.
Antes de dirigir su primera sesión, el nuevo estratega del América charla individualmente con referentes del plantel para inspeccionar cuál es la realidad en el núcleo de un grupo señalado por falta de unión.
“El Capitán Furia” también les adelanta los patrones a seguir durante la etapa que comienza. El buen comportamiento dentro y fuera de la cancha será básico.
“Normas y reglas, sí; disciplina… Mano dura ya es como si fuera Marco Rodríguez”, bromea, lo que aligera la solemne presentación. “En cualquier equipo de futbol hay que tener normas, disciplina, para conseguir los objetivos”.
“Es un conjunto en una situación difícil, en el que todo el mundo debe colaborar con la mejor disciplina posible”.
Aquivaldo Mosquera, Christian Benítez, Armando Navarrete, Vicente Sánchez y Daniel Montenegro son algunos de los futbolistas entrevistados por el ex defensa central, quien asegura todavía no tener argumentos suficientes para realizar un diagnóstico.
“Ya platiqué con ellos, tuve charlas personales con siete jugadores para palpar cómo se sienten, cuál era el momento del equipo, en qué sistema se sienten mejor, en qué posición también”, relata. “Estamos sacando conclusiones que van a ser valiosas… Los encuentro bien, con buena disposición. Están apenados con esta situación, pero traen ganas de revertirla”.
De un símbolo cansado física y anímicamente a uno con renovados bríos, convencido de que las Águilas saldrán del antepenúltimo sitio general y clasificarán a la Liguilla.
Enérgico, adelanta que hará “lo necesario” para que el plantel abandone el marasmo. La advertencia es clara: no habrá cabida para el lucimiento personal.
“Vamos a tratar de que cada jugador dé su máximo esfuerzo en pro del equipo, toda su calidad. Le vamos a pedir eso y, el que no lo haga, ni modo”, sentencia. “No podemos seguir compitiendo con individualidades, tenemos que hacerlo en equipo y deberán poner su máximo esfuerzo en beneficio del funcionamiento”.
La cúpula azulcrema formó un plantel con varios jugadores afamados, pero el entrenador recuerda que “la única figura es el equipo. Tendrán nombre, jerarquía, pero lo que importa en este momento es el conjunto”.
Ser el máximo responsable de las fuerzas básicas amarillas le otorga la posibilidad de tener conocimiento absoluto de los chicos que despuntan en las divisiones inferiores del club, cuyo representativo Sub-20 es bicampeón de la categoría. Asegura que los titulares podrán mostrarse, pero los novatos recibirán una oportunidad si se la ganan.
“Sí podría ya haber cuatro o cinco muchachos jugando permanentemente [en el primer equipo azulcrema]”, expresa. “Eso indicaría que tendrían que irse otros cuatro o cinco. Se podrían ir dando cambios progresivos”.
Llega por un año y con la imperiosa necesidad de sumar unidades. El primer examen será el domingo, contra el Tijuana, en el Estadio Azteca.
“Tenemos que empezar a ganar, urge lograr puntos, y mientras más días tenga, [buscaré] que el equipo funcione lo mejor posible, tener una buena posesión de pelota, más profundidad, pero eso no es tan fácil”, aclara.
“Ahorita nos urgen los puntos y vamos a jugar para sacarlos”.
También los añora en el ámbito personal. Su más reciente experiencia en la Primera División fue amarga: perdió los cinco duelos en los que estuvo al frente del Veracruz, durante el Clausura 2006.
“No me fue bien las últimas veces que dirigí y uno crece más con las derrotas, porque te ubican, sacas conclusiones, te pones a investigar, te mueves”, detalla. “Cuando estás ganando, como que te subes a una nube y no te das cuenta que la cosa está progresando. Creo que nos va a servir para esta experiencia”.
En la que anhela cumplir con creces. “El Capitán Furia” vuelve al banquillo americanista más de 11 años después, remasterizado en acervo futbolístico, aunque con el mismo aspecto y exigencias.
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